Jennifer López siempre ha sido una mujer muy atractiva y deseada por sus canciones, bailes y posados. Conocido su gran y tremendo trasero que tanto han criticado muchas pero que a la vez era deseado por la gran mayoría, el resto de sus atributos también ha sido continuamente foco de todas las miradas.
No hace falta decir que la vida de Jennifer está llena de amor y relaciones. La primera boda es fabulosa. Ella, bella y famosa, se casa con Ojani Noa, un camarero cubano.
Sin embargo, la magia solo dura un año. En 2001, se casó con el también bailarín Cris Judd, el segundo marido de Jennifer Lopez. También en este caso la historia durará aproximadamente un año.
La historia con Marc Anthony parece más estable, de la que nacen los dos hijos de Jennifer López, Maximilian David y Emme Maribel, nacidos en 2008.
A pesar de todo, Jennifer López lleva el morbo en la sangre, en su vena latina que de vez en cuando le sale a pesar de ser una americana nacida en el mismo Bronx. Multifacética y pluriempleada (podríamos decir que es actriz, cantante, bailarina, empresaria y diseñadora de moda estadounidense… ahí queda eso) además es madre y un personaje muy querido por todo el mundo.
A sus 41 años sigue siendo tan bella (o podría decir que más aún) como cuando era más joven.
Quien es guapa siempre lo será, y si encima sabe explotar su lado más sexy, pues ya está garantizado que va a comerse el mundo.
JLo siempre ha jugado con su puntillo sensual y de ahí todas las transparencias y escotazos que siempre se ha puesto.
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La biografía de Chad Boyce que había muerto trágicamente en el set de la serie de televisión Los 100.