La tercera temporada de Gossip Girl sigue con un excelente nivel que recuerda los primeros capítulos de la primera temporada.
Una buena noticia que se debe, en parte, a la densidad de cada episodio y a la rapidez con la que las tramas se crean y se deshacen.
A diferencia de la segunda temporada, en la que las historias se alargaron y complicaron quizás en exceso, este año las cosas cambian de un episodio a otro y se arreglan de manera mucho más verosímil.
De esta manera, el secreto de Scott que antes podría haber ocupado 5 o 6 capítulos ya se ha solucionado en menos de dos.
Eso no significa que las tramas pierdan interés ya que siempre hay alguna nueva historia que aparece.
En esta entrega, por ejemplo, Rufus y Lily deciden de pronto adelantar su boda y celebrarla ya.
Pero el feliz evento corre el peligro de ser saboteado por Georgina que amenaza con revelar el secreto de Scott.
Algo de lo que se da (rápidamente) cuenta Dan, ya que se lo ha dicho Vanessa, e intenta impedirlo engañando a Georgina.
Pero el truco no funciona y, al final, la verdadera identidad de Scott acaba saliendo a la luz.
Pero, contra todo pronóstico, la noticia sirve más de solución en la relación de Lily y Rufus que de serio problema.
Después de un emocionante reencuentro, la presencia de Scott sirve para convencer a una siempre desorientada Lily y la cosa acaba en un final feliz.
Bueno, feliz en parte ya que en la misma boda, Serena se da cuenta de que Carter le ha escondido algo.
Hace un tiempo, engañó a una chica con la que hizo ver que se casaría para que pagara sus deudas.
El problema es que la chica era una Buckley, una familia poderosa de Tejas y prima de…Bree.
Nate se da cuenta entonces de que su nueva novia le ha estado utilizando para encontrar a Carter.
Pero, tras pensarlo y siguiendo los consejos de Chuck, Serena admite que, al decírselo, Carter ha sido bastante valiente ya que, de esta manera, se ha expuesto a la venganza de los primos de Bree.
Un giro narrativo que promete muchas sorpresas y que estará en el centro del próximo capítulo que podremos ver este lunes.
Fotografía