Pero qué gallinero que se ha montado en el plató de Ana Rosa, por el amor de dios.
Y es que la ocasión no era para menos, ya que por fin se veían las caras Almudena, la tercera finalista de Gran Hermano, y su archienemiga Ana Toro.
Me ha costado sacar en claro algunas de las declaraciones, debido al griterío que se ha montado, que hasta la Ana Rosa ha tenido que apelar a la profesionalidad de sus tertulianos (y yo rodando por el suelo de la risa… ¿Profesionales? ¿De qué?) para que se callaran un poco.
Las peleas venían desde el principio, y aunque las “grandes hermanas” intentaron hacer borrón y cuenta nueva cuando entraron en la casa 10, les fue totalmente imposible.
Según Almudena, la única culpable de todo esto fue Ana: “Te dije que lo que quedó en la casa 1, allí quedó.
Pero tú fuiste a acuchillarme por detrás… Por eso, no es que mi familia te insultara (al ser expulsada de la casa), es que te insultó todo el plató, pero es que tú también has dicho mucho de mí en el plató”.
Ana Toro se ha defendido: “Vi un vídeo tuyo criticándome apenas 1o minutos después de darme un abrazo, cuando salí de la casa 10.
Y tu madre me ha llamado loca, cuando ella no está capacitada para hacer esa afirmación, igual que no está capacitada para decirme epiléptica”.
Y a mí que me parece que más de uno por allí está un poco desequilibrado… Pero bueno, al igual que la madre de Chiki, yo tampoco tengo titulación para darles ese diagnóstico.
Pero lo pienso.
Vaya si lo pienso.
Lo que le pasa a Ana es que tiene pelusilla, y lo ha demostrado diciendo: “A Chiki lo que le pasa es que está muy subida por haber sido la tercera finalista, no se da cuenta de que en Gran Hermano da igual cómo quedes, sólo importa el que sale primero y el que sale el último”.
Al quite ha estado Belén Esteban, que si ya había defendido a la cartagenera de las acusaciones de Lecquio unos minutos antes en la entrevista que le han hecho a ella sola, ahora ha hecho lo propio y ha arremetido contra Ana Toro: “Vienes de santa cuando has criticado a todos.
Eres una falsa.
En todas las galas le has dado por todos los lados, y su madre sí que tiene capacidad para llamarte loca, porque sólo estaba defendiendo a su hija”.
Y para ver si mermaba la simpatía de la Esteban por Chiki, Lecquio ha dicho, sin venir a cuento: “Almudena, me estoy dando cuenta de que te pareces mucho a Mª José Campanario”.
Pero lo peor es que es verdad, que un aire sí que se le da a la Campa.
Podrían ser como el Dr.
Maligno y el Mini-Yo de la película Austin Powers, pero en versión femenina y con mucha más mala leche las dos.
Almudena ha zanjado el enfrentamiento con una posición muy clara: “Yo no le hice el vacío a Ana.
Le di la oportunidad de juzgarla sólo por lo que hiciera en la casa 10.
Pero entró de victimista, llorando por los rincones, para eso que le hubieran dado la oportunidad a otra persona que se lo mereciera de verdad”.
Resumen: Almudena 1 – Ana Toro 0.
Fotografía
