Descubre las horas más baratas para consumir electricidad y ahorra en tu factura mensual.

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Entendiendo el precio de la electricidad
El precio de la electricidad varía a lo largo del día, y conocer estos cambios puede ser clave para reducir el gasto en la factura mensual. En el mercado mayorista, el precio se determina por la oferta y la demanda, lo que significa que hay horas en las que consumir electricidad es más económico.
Para los consumidores, esto se traduce en la necesidad de estar atentos a las horas más baratas para realizar actividades que requieren un alto consumo energético, como poner la lavadora o usar el horno.
Horarios de consumo: cuándo es más barato
Según datos recientes, la hora más cara para consumir electricidad se registrará entre las y las , alcanzando un precio de 0,22942 euros por kilovatio hora (kWh). En contraste, la hora más barata será entre las y las , con un coste de solo 0,06538 euros por kWh. Estos precios son dinámicos y pueden cambiar cada día, por lo que es fundamental informarse regularmente sobre las tarifas vigentes.
Consejos para optimizar el consumo eléctrico
Además de estar al tanto de los horarios más económicos, hay varias estrategias que los consumidores pueden implementar para optimizar su consumo eléctrico. Por ejemplo, es recomendable programar el uso de electrodomésticos de alto consumo durante las horas más baratas. Asimismo, invertir en electrodomésticos eficientes energéticamente puede resultar en un ahorro significativo a largo plazo. También es útil realizar un seguimiento del consumo mensual para identificar patrones y ajustar hábitos de consumo.
Impacto de la demanda en el precio de la luz
La demanda de energía es un factor crucial que influye en el precio de la electricidad. Durante los picos de frío o calor, la demanda aumenta, lo que a su vez eleva los precios. Por lo tanto, es importante considerar no solo el horario, sino también las condiciones climáticas al planificar el consumo eléctrico. Además, otros factores como los peajes, los cargos por capacidad y los costes por interrumpibilidad también pueden afectar el precio final que paga el consumidor.