El FMI prevé un crecimiento moderado en medio de tensiones comerciales y conflictos geopolíticos

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La economía mundial se encuentra en un momento crítico, marcado por tensiones comerciales y conflictos geopolíticos que han generado incertidumbre en los mercados. Según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), se prevé que la economía global crezca solo un 2,4% en 2025, una revisión a la baja respecto a las proyecciones anteriores.
Este escenario se debe, en gran parte, a los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha comenzado a mostrar sus consecuencias en las principales economías del mundo.
Revisiones de crecimiento en las principales economías
El informe del FMI destaca que, mientras que China se espera que crezca un 3,2% en 2025, esto representa una disminución significativa en comparación con las previsiones anteriores. Por su parte, Estados Unidos experimentará un crecimiento aún más modesto, con un 1,5%, lo que refleja el impacto de las políticas comerciales del presidente Trump. En contraste, Europa ha sido menos afectada, con una revisión de solo medio punto hacia abajo, aunque la economía de la zona euro sigue mostrando signos de debilidad, con un crecimiento proyectado del 0,7%.
España: un caso atípico en la zona euro
A pesar de la desaceleración general, España se presenta como una de las pocas economías que ha visto una revisión al alza en sus proyecciones de crecimiento, alcanzando un 2,5% en 2025. Este aumento se atribuye a una recuperación más fuerte de lo esperado en 2024 y a la actividad de reconstrucción tras desastres naturales recientes. El FMI señala que la economía española contrasta con la dinámica más débil de otros países europeos, lo que sugiere que, a pesar de los desafíos, España podría estar en una mejor posición para enfrentar la incertidumbre global.
El efecto de los aranceles y la guerra en Ucrania
Los aranceles impuestos y posteriormente retirados por la administración Trump han generado un shock significativo en la economía global. Aunque no se prevé una recesión mundial, el impacto de estas políticas ha sido palpable, creando un ambiente de miedo e incertidumbre. Además, el conflicto en Ucrania ha exacerbado la situación, especialmente en Europa, donde los precios de la energía han aumentado drásticamente, afectando la actividad manufacturera. El FMI ha destacado que las economías más dependientes de las manufacturas, como Alemania, han sido las más perjudicadas por estas perturbaciones.
Perspectivas futuras y recomendaciones
De cara al futuro, el FMI advierte que una guerra comercial prolongada podría reducir la demanda global, especialmente para productos estadounidenses y chinos. Sin embargo, también se sugiere que algunas regiones, como la zona euro, podrían beneficiarse a corto plazo de esta situación. La clave para mitigar los efectos negativos radica en la implementación de políticas fiscales adecuadas y en la diversificación de las fuentes de energía, especialmente para los países europeos que dependen en gran medida de las importaciones de petróleo y gas.