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El pulso comercial entre China y Estados Unidos: desafíos y oportunidades

Explorando las estrategias de China ante la creciente tensión comercial con EE.UU.

Immagine che rappresenta il commercio tra Cina e Stati Uniti
Esplora le sfide e le opportunità nel commercio tra Cina e Stati Uniti.

El pulso comercial entre China y Estados Unidos: desafíos y oportunidades
En un contexto global marcado por la incertidumbre económica, la relación comercial entre China y Estados Unidos se ha convertido en un tema crucial. La reciente visita de Xi Jinping a varios países del sudeste asiático, donde fue recibido con honores, subraya la importancia de la diplomacia comercial en un momento en que las tensiones entre las dos potencias se intensifican.

La economía china, que creció un 5,4% en el primer trimestre de este año, enfrenta desafíos significativos debido a la guerra arancelaria impuesta por el presidente estadounidense, Donald Trump.

Impacto de la guerra arancelaria en la economía china

La guerra comercial ha llevado a la imposición de aranceles que alcanzan hasta el 145%, lo que ha provocado una respuesta casi simétrica por parte de China. Este conflicto no solo afecta a las exportaciones, que representan el 14% del PIB chino, sino que también plantea un riesgo de desaceleración económica. Goldman Sachs ha ajustado sus previsiones de crecimiento, reduciéndolas al 4% para este año, lo que refleja la gravedad de la situación. A pesar de estos desafíos, el Partido Comunista de China (PCCh) está implementando medidas para mitigar los efectos del proteccionismo estadounidense, incluyendo estímulos fiscales que podrían alcanzar el 14% del PIB.

Estrategias de China para estimular el consumo interno

Con el objetivo de contrarrestar la caída de las exportaciones, el gobierno chino ha desarrollado un conjunto de treinta medidas destinadas a estimular el consumo interno. Estas iniciativas buscan reemplazar, en la medida de lo posible, la contracción de las ventas hacia Estados Unidos. La producción industrial ha mostrado un crecimiento del 7,7% interanual, lo que indica que, a pesar de las dificultades, la economía china sigue avanzando. Sin embargo, el desempleo juvenil y la amenaza de deflación, exacerbada por la crisis del sector inmobiliario, continúan siendo preocupaciones importantes para el gobierno.

La respuesta de Estados Unidos y el futuro de la relación comercial

Donald Trump ha declarado que “la pelota está en el tejado de China”, sugiriendo que es responsabilidad de Pekín adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan estas dinámicas. La reciente disolución del parlamento en Singapur y la convocatoria de elecciones legislativas reflejan la preocupación de los aliados de EE.UU. sobre las repercusiones de la escalada proteccionista. Lawrence Wong, primer ministro de Singapur, ha expresado su preocupación por la transformación de la economía global hacia un sistema más bifurcado, lo que podría tener efectos adversos en la inversión a largo plazo.

En este contexto, la relación entre China y la Unión Europea también está evolucionando. El embajador chino en España ha declarado que China y la UE no son rivales, sino socios, lo que sugiere un intento de acercamiento en medio de las tensiones con EE.UU. Este giro en la política exterior de China podría ofrecer nuevas oportunidades para fortalecer la cooperación económica y comercial en un momento en que el proteccionismo está en aumento.

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