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La productividad en Europa: el desafío de España e Italia

Análisis de la baja productividad en España e Italia y su relación con el turismo

Gráfico sobre la productividad en España e Italia
Explora el desafío de la productividad en España e Italia en Europa.

La preocupación por la productividad en Europa

La Unión Europea ha manifestado una creciente inquietud por la productividad de sus estados miembros, especialmente en el contexto de la defensa y la economía. En este sentido, la productividad se ha convertido en un eje central de las políticas europeas para los próximos años.

Sin embargo, la situación en países como España e Italia es alarmante, ya que su evolución en este ámbito ha sido notablemente deficiente en comparación con otras naciones europeas.

Un panorama desalentador

En los últimos treinta años, la productividad ha experimentado un aumento del 45% en Dinamarca, un 33% en Portugal y un 24% en Francia.

En contraste, España e Italia apenas han logrado incrementos del 6% y 4%, respectivamente. Esta situación se agrava en Catalunya, donde la productividad es aún más baja que la media española. Esta tendencia plantea serias dudas sobre la capacidad de estos países para competir en un mercado global cada vez más exigente.

El impacto del turismo en la economía

Uno de los factores que se ha identificado como principal causa de la baja productividad es el peso del turismo en la economía. Un estudio del Instituto de Economía de Barcelona revela que los municipios españoles con un enfoque turístico tienen una renta per cápita más de un 20% inferior a la mediana del resto de los municipios. Esta dependencia del turismo no solo afecta a la productividad, sino que también limita el crecimiento de otros sectores económicos.

El dilema de la industria

El Pacto Nacional para la Industria, acordado por la Generalitat con las principales patronales y sindicatos, establece como objetivo aumentar el peso de la industria en el PIB del 20% al 25%. Sin embargo, este objetivo parece incompatible con la realidad del turismo, ya que para que la industria crezca, el turismo debe disminuir. Esto plantea un dilema: ¿cómo lograr un equilibrio entre estos dos sectores sin sacrificar uno en favor del otro?

La necesidad de diversificación

Es crucial que España e Italia no solo reconozcan el problema del turismo, sino que también aborden la necesidad de diversificar sus economías. La manufactura, que ha demostrado tener una productividad superior a la media en otros sectores, debe ser impulsada. Sin embargo, en regiones como Girona, la manufactura ha mostrado una productividad inferior, lo que indica que el problema es más complejo de lo que parece. La dependencia de mano de obra poco calificada en sectores como la industria cárnica contribuye a esta situación.

Un futuro incierto

La conclusión es clara: el desafío no radica únicamente en el peso del turismo, sino en la necesidad de transformar la estructura económica hacia actividades que generen mayor valor añadido. Mientras España e Italia continúen dependiendo de la mano de obra barata, su productividad seguirá estancada, lo que comprometerá su bienestar social y económico. La clave para un futuro más próspero radica en la innovación y la inversión en capital humano, elementos esenciales para salir de esta mediocridad.

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