Un recorrido por la vida de Michel Leclercq y la evolución de Decathlon como líder en artículos deportivos.
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Los inicios de un emprendedor
Michel Leclercq nació en un contexto difícil, marcado por la pérdida de su padre a una edad temprana y la ocupación nazi en Francia. Sin embargo, su espíritu empresarial se manifestó desde joven, cuando con un modesto capital de 40 euros, compró pollitos y comenzó a gestionarlos como un negocio.
Esta experiencia temprana le enseñó sobre la responsabilidad y la gestión, habilidades que más tarde le serían fundamentales en su carrera.
El camino hacia Decathlon
Después de un breve paso por el ejército y sin un título universitario, Michel se unió a la empresa de su primo Gérard Mulliez, Auchan.
Su ambición lo llevó a dejar la carrera de ingeniería para trabajar en el departamento de tecnología. Durante un viaje a Estados Unidos, se inspiró en el modelo de grandes cadenas de bajo coste y decidió aplicarlo al sector de la ropa deportiva. En 1976, abrió su primera tienda Decathlon en Englos, donde comenzó a ofrecer productos deportivos accesibles para todos.
El crecimiento y la internacionalización
Los inicios de Decathlon no fueron fáciles, pero la visión de Michel de democratizar el deporte pronto comenzó a dar frutos. A mediados de los años ochenta, se dio cuenta de que necesitaba más recursos para expandir su negocio y buscó la ayuda de la familia Mulliez, que se convirtió en socia de Decathlon. Esta colaboración permitió a la empresa crecer y expandirse internacionalmente, estableciendo una presencia en más de 70 países y convirtiéndose en un gigante en la industria de artículos deportivos.
Innovación y sostenibilidad en Decathlon
Michel Leclercq no solo se enfocó en la expansión, sino que también innovó en la forma en que se diseñaban y distribuían los productos. Al mantener el control sobre el diseño y la fabricación, logró reducir costos y crear marcas propias como Quechua y Tribord. Sin embargo, la empresa también ha enfrentado desafíos, como acusaciones de prácticas laborales inadecuadas en sus fábricas en China, lo que llevó a Decathlon a reforzar sus políticas de sostenibilidad.
El legado de Michel Leclercq
Hoy en día, Decathlon es la principal marca de artículos deportivos en Francia, con una facturación que supera los 16.000 millones de euros y un equipo de 100.000 empleados. Michel, quien ha acumulado una considerable fortuna, ha pasado el testigo a su hijo Julien, quien ha sido nombrado presidente del consejo de administración. Este cambio generacional asegura que el legado de innovación y accesibilidad en el deporte continúe, manteniendo viva la visión de su fundador.
