La reindustrialización de la planta de Ebro en Barcelona marca un hito en la transición energética.
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La resurrección de Ebro Motors
Ebro Motors ha vuelto a la escena automotriz española con un ambicioso proyecto que busca reindustrializar la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Este esfuerzo, liderado por EV Motors y Chery, no solo representa un regreso a las raíces de la marca, sino también una apuesta firme por el futuro eléctrico.
La planta, que cerró en 2021, ahora se transforma en un centro de producción de vehículos eléctricos y híbridos, con el objetivo de convertirse en un referente en Europa en sostenibilidad y movilidad eléctrica.
Innovación y desarrollo tecnológico
Rafael Ruiz, presidente de EV Motors, destaca la importancia del conocimiento acumulado en la industria del motor en la región. “Aquí tenemos un conocimiento profundo de la industria del motor, tanto en fabricación como desarrollo”, afirma. La reindustrialización de la planta no solo implica la producción de vehículos, sino también la creación de un ecosistema tecnológico que fomente la innovación y el desarrollo de nuevas capacidades en el sector automotriz. La colaboración con Chery, el mayor exportador chino de vehículos, aporta una amplia gama de tecnologías que permitirán a Ebro Motors adaptarse a las demandas del mercado.
Producción y expectativas de crecimiento
Desde que la producción comenzó en noviembre con el modelo Ebro s700, la planta ha logrado fabricar alrededor de 1.200 vehículos, con una proyección de alcanzar las 150.000 unidades anuales para 2029. Actualmente, se producen unos 50 vehículos diarios, y se espera que la gama de modelos se amplíe con versiones híbridas enchufables en los próximos meses. Este crecimiento no solo beneficiará a la empresa, sino que también generará empleo, con más de 800 personas trabajando en la planta y una bolsa de reindustrialización que busca integrar a extrabajadores de Nissan.
Inversión y futuro sostenible
Hasta la fecha, el proyecto ha recibido una inversión de 200 millones de euros, con expectativas de alcanzar entre 300 y 400 millones para 2029. Esta inversión incluye apoyos de la Generalitat y otros fondos destinados a la reindustrialización. Ebro Motors no solo se enfoca en la producción de vehículos de pasajeros, sino que también trabaja en el desarrollo de vehículos industriales eléctricos, lo que demuestra su compromiso con la transición energética y la sostenibilidad. La visión de Ebro Motors es clara: convertirse en un símbolo de la reinvención de la industria automotriz en España, alineándose con las tendencias globales hacia la movilidad eléctrica.
