Las indemnizaciones por la dana de octubre superan los 3.500 millones de euros, un récord histórico.
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La magnitud de la tragedia
La dana que afectó a Valencia en octubre ha dejado una huella imborrable en la economía española. Con más de 120.000 vehículos dañados y un costo estimado de indemnizaciones que podría alcanzar los 4.000 millones de euros, este evento se ha convertido en el siniestro más costoso de la historia reciente del país.
Según datos del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), se han presentado más de 239.000 solicitudes de indemnización, lo que pone de manifiesto la magnitud de la tragedia y su impacto en la población afectada.
El sistema de seguros en crisis
El sistema de seguros en España, considerado uno de los más robustos del mundo, enfrenta un desafío sin precedentes. La dana ha consumido entre el 35% y el 40% del fondo destinado a cubrir catástrofes, que actualmente asciende a aproximadamente 10.000 millones de euros. Este hecho ha llevado a expertos a advertir sobre la sostenibilidad del sistema ante fenómenos meteorológicos extremos, que son cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Abel López, investigador en la Universidad de la Laguna, señala que si se produjeran eventos consecutivos, el fondo podría agotarse, lo que obligaría a un aumento en las primas de los seguros.
Comparativa internacional y el modelo español
A diferencia de otros países, donde las aseguradoras suelen excluir zonas de alto riesgo, el modelo español se basa en el principio de mutualidad. Esto significa que todos los asegurados, independientemente de su ubicación, contribuyen al mismo fondo. Por ejemplo, una vivienda en una zona inundable paga la misma cuota que una en una zona segura. Este enfoque ha permitido que, a pesar de la magnitud de la dana, el sistema de seguros siga funcionando. Sin embargo, la presión sobre el fondo podría llevar a cambios en la política de primas, como advierte Javier Domínguez de Marsh Mc Lennan.
La necesidad de una estrategia a largo plazo
Los expertos coinciden en que, para evitar un aumento en las primas y garantizar la sostenibilidad del sistema, es crucial implementar medidas de prevención y adaptación al cambio climático. Abel López enfatiza la importancia de desarrollar espacios urbanos preparados para enfrentar eventos extremos, lo que podría mitigar el impacto de futuras catástrofes. La dana de octubre no solo ha marcado un hito en términos de indemnizaciones, sino que también plantea interrogantes sobre cómo el sistema de seguros se adaptará a un futuro donde los fenómenos climáticos serán cada vez más severos.
