El proyecto Aiguaterm busca aprovechar el agua subterránea para climatizar edificios en València.
![Proyecto Aiguaterm en València para la gestión del agua](https://www.actualidad.es/wp-content/uploads/2025/02/Innovacion-en-gestion-del-agua-en-Valencia-67b1fe82bf2fe-768x525.jpg)
Temas cubiertos
El potencial del agua subterránea en València
La ciudad de València se enfrenta a un desafío creciente en la gestión de sus recursos hídricos. Con temperaturas que oscilan entre 16 y 22 grados en el agua que fluye por su subsuelo, surge una oportunidad única para innovar en la climatización de edificios.
Este es el objetivo del proyecto Aiguaterm, una iniciativa que busca aprovechar el potencial energético de las redes secundarias de agua de la capital valenciana. Financiado por la conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, y respaldado por fondos FEDER, Aiguaterm representa un avance significativo hacia la sostenibilidad.
Desarrollo y viabilidad del proyecto
El proyecto Aiguaterm se centra en la creación de una derivación de la red de riego que circula en paralelo a la red de agua potable en el subsuelo de València. Bruno Armengot Carbó, investigador del grupo de Tecnologías de la Información y la Comunicación contra el Cambio Climático (ICTvsCC) de la UPV, explica que la idea es redirigir esta agua para disipar calor o refrigerar edificios. Actualmente, se está trabajando en un piloto que busca demostrar la viabilidad técnica de esta innovadora solución. La UPV, junto con la Empresa Mixta Valenciana de Aguas (Emivasa) y el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE), está finalizando la instalación que pondrá a prueba el rendimiento y la gestión de la climatización.
Un futuro sostenible para la gestión del agua
El proyecto Aiguaterm no solo se limita a la climatización de edificios. También se plantea la posibilidad de utilizar el agua secundaria para abastecer urinarios en viviendas y edificios, en lugar de depender del agua potable. Esta iniciativa se alinea con las tendencias actuales en sostenibilidad y eficiencia energética, como se observa en ciudades como Barcelona, que ya han comenzado a implementar sistemas de reaprovechamiento de aguas grises. La nueva ordenanza de aguas grises en Barcelona, que busca ahorrar 136.000 metros cúbicos de agua potable al año, es un ejemplo claro de cómo las ciudades pueden adoptar prácticas más sostenibles en la gestión del agua.