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Mejora de ingresos en España y persistencia de la pobreza

A pesar del aumento de ingresos, las tasas de pobreza siguen siendo preocupantes en el país.

Gráfico sobre ingresos y pobreza en España
Analizando el aumento de ingresos y la persistencia de la pobreza en España.

Incremento de ingresos en los hogares españoles

En 2024, la renta media por hogar en España alcanzó los 36.996 euros, lo que representa un aumento del 5,9% en comparación con el año anterior. Este crecimiento es un indicativo positivo en términos económicos, pero no refleja la realidad de todos los ciudadanos.

A pesar de este incremento, la tasa Arope, que mide el riesgo de pobreza y exclusión social, se sitúa en un alarmante 25,8% de la población. Este dato, aunque mejora respecto al 26,5% del año anterior, sigue siendo preocupante y evidencia que una parte significativa de la población enfrenta serias dificultades económicas.

Desglose de la tasa Arope y sus componentes

La tasa Arope se compone de tres indicadores clave: el riesgo de pobreza relativa, la baja intensidad en el empleo y la carencia material y social severa. En 2024, el 19,7% de la población se encuentra en riesgo de pobreza relativa, mientras que el 8% presenta baja intensidad en el empleo. Estos datos son los mejores en la última década, lo que sugiere una ligera mejora en la situación laboral de los ciudadanos. Sin embargo, el 1,3% de la población se encuentra en una situación crítica, enfrentando simultáneamente riesgo de pobreza, carencia material severa y baja intensidad en el empleo.

Impacto en los menores y diferencias regionales

La situación es especialmente preocupante entre los menores de 16 años, donde el 34,7% se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, la cifra más alta en diez años. Por otro lado, la tasa Arope ha disminuido entre los ciudadanos de 16 a 64 años y ha mejorado entre los mayores de 64 años. Las diferencias regionales también son notables: Baleares y el País Vasco presentan las tasas más bajas de riesgo de exclusión, mientras que Andalucía y Extremadura tienen las más altas. En Catalunya y Madrid, las tasas son del 20,5% y 20,9%, respectivamente, lo que refleja una disparidad significativa en la calidad de vida entre las distintas comunidades autónomas.

Desafíos económicos persistentes

A pesar de la mejora en los ingresos, la inflación y el aumento del coste de la vida continúan afectando a la población. Un 9,1% de los españoles llega a fin de mes con “mucha dificultad”, y el 35,8% de los hogares no puede afrontar gastos imprevistos. Además, uno de cada tres españoles no puede permitirse vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. La situación de la vivienda también es preocupante, con un 73,6% de las familias viviendo en propiedades, el porcentaje más bajo desde 2004. Por otro lado, el alquiler ha alcanzado niveles máximos, con un 20,4% de la población viviendo en arrendamientos, lo que indica un cambio en la dinámica del mercado inmobiliario.

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