La reducción de jornada laboral podría aumentar los costos de producción en Lleida.
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La reciente decisión del Consejo de Ministros de España sobre la reducción de la jornada laboral ha generado un intenso debate en el sector agrícola, especialmente en Lleida, donde la recolección de fruta es una actividad crucial. La organización agraria ASAJA Lleida ha expresado su preocupación por las implicaciones económicas que esta medida podría acarrear para los productores locales.
Costos adicionales para los productores
Según el presidente de ASAJA Lleida, Pere Roqué, la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales significaría un aumento de aproximadamente 162,5 euros por trabajador al mes. Este incremento se debe a que las horas extraordinarias, que se pagarán a 13 euros la hora, se sumarían a los salarios ya existentes.
En total, se estima que el costo adicional para el sector podría superar los 15 millones de euros anuales.
Desafíos en la contratación de mano de obra
La recolección de fruta en Lleida, que se concentra principalmente en los meses de verano, requiere una gran cantidad de mano de obra temporal. Sin embargo, las empresas agrícolas ya enfrentan dificultades para encontrar trabajadores. Roqué ha señalado que la reducción de jornada no necesariamente llevará a la contratación de más temporeros, ya que la escasez de mano de obra es un problema persistente. Esto podría comprometer la viabilidad de muchas explotaciones agrícolas en la región.
Repercusiones en el precio de la fruta
ASAJA ha advertido que el aumento de los costos de producción podría repercutir directamente en el precio de la fruta. Se estima que el costo medio de la fruta podría aumentar de 42 a 50 céntimos por kilo, lo que podría resultar en un incremento de más del 25% en los precios al consumidor. Esta situación podría afectar no solo a los productores, sino también a los consumidores, quienes verían un aumento en el costo de los productos agrícolas.
En resumen, la reducción de la jornada laboral, aunque busca mejorar las condiciones laborales, podría tener efectos adversos en el sector agrícola de Lleida. La falta de mano de obra, los costos adicionales y el posible aumento en los precios de la fruta son solo algunas de las preocupaciones que han surgido en torno a esta nueva normativa. A medida que se avanza en la tramitación parlamentaria de esta medida, será crucial considerar las necesidades y realidades del sector agrícola para evitar consecuencias negativas en la producción y la economía local.
