La cooperativa TMDC enfrenta un cambio de ubicación y busca nuevas oportunidades
Un espacio de creatividad y colaboración
En el corazón del barrio de La Verneda, la cooperativa TMDC se ha convertido en un punto de encuentro para más de 300 profesionales de diversas disciplinas como la carpintería, el diseño industrial, la arquitectura, la moda y las artes audiovisuales.
Este taller industrial abierto y compartido ofrece un ambiente propicio para la creatividad y la producción, donde autónomos y estudiantes pueden alquilar espacios y maquinaria por períodos flexibles.
Las instalaciones, que abarcan más de 5.000 m², están equipadas con herramientas y maquinaria de última generación, además de contar con áreas dedicadas a la experimentación y la innovación.
Desde prototipos de viviendas de madera hasta zapatillas impresas en 3D, el taller es un verdadero hervidero de ideas y proyectos en desarrollo.
Desafíos por delante
A pesar del éxito y la actividad constante, TMDC se enfrenta a un futuro incierto. Según Pedro Pineda, fundador de la cooperativa, las instalaciones están condenadas a desaparecer en 2026 debido a un cambio en la normativa que obliga a derribar las naves para construir viviendas y otras infraestructuras. Este cambio se produce en el contexto de la transformación del barrio, impulsada por la apertura de la estación de La Sagrera.
La cooperativa ya ha tenido que cerrar varias naves dedicadas a la actividad metalúrgica, lo que ha generado preocupación entre sus miembros. Pineda recuerda que, aunque sabían que este día llegaría, la situación sigue siendo difícil. Sin embargo, ve el traslado como una oportunidad para crecer y expandir el proyecto, que ha ganado reconocimiento en la ciudad.
Un nuevo horizonte
TMDC está considerando varias ubicaciones para su nuevo espacio, incluyendo Cornellà, el Port Vell y Poblenou, buscando un lugar que ofrezca al menos 7.000 m². Para financiar este traslado, que se estima costará alrededor de 3,2 millones de euros, la cooperativa ha iniciado una campaña de crowdfunding y cuenta con una ayuda de 1,7 millones del Perte de economía social.
El objetivo es asegurar la continuidad de un modelo de coworking industrial que ha demostrado ser exitoso y necesario en la ciudad. Pineda, quien inició este proyecto en 2015 tras formarse en Londres y Berlín, confía en que la comunidad apoyará esta iniciativa, permitiendo que TMDC siga siendo un referente en el ámbito del emprendimiento industrial en Barcelona.
