Los consumidores españoles optan cada vez más por marcas de distribuidor en un contexto de inflación.
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Un cambio en los hábitos de consumo
En el año 2024, los consumidores españoles han experimentado un notable cambio en sus hábitos de compra, impulsado por un contexto económico marcado por la inflación. Según un informe de NIQ, el gasto total en productos de primera necesidad ha alcanzado los 122.000 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 4,6% en valor.
Este aumento se ha visto favorecido por la recuperación de la demanda y un incremento moderado de los precios, que ha crecido un 2,5% en comparación con años anteriores.
El impacto de la inflación en la elección de productos
La directora general de NIQ para Iberia, Patricia Daimiel, ha señalado que el año 2024 ha marcado la vuelta a la estabilidad tras un periodo de gran volatilidad. A pesar de la recuperación del volumen de ventas, los consumidores han ajustado sus elecciones de productos, optando por marcas de distribuidor o marcas blancas. Un 60% de los encuestados afirma que ahora compran más marcas blancas que antes, lo que indica un cambio significativo en la percepción del valor y la calidad de estos productos.
Promociones y frecuencia de compra
La racionalización del gasto ha llevado a los consumidores a buscar ofertas y promociones. De cada 100 euros vendidos en marcas de fabricante, 25 euros corresponden a productos en promoción. Además, la frecuencia de compra ha aumentado en un 3%, aunque el tamaño de las cestas ha disminuido, lo que sugiere que los consumidores están siendo más selectivos en sus compras. Mercadona se mantiene como líder del mercado con una cuota del 29,5%, seguido por Carrefour y Lidl, mientras que Dia lidera en número de establecimientos.
Perspectivas para el futuro
De cara al 2025, las perspectivas son optimistas, aunque persisten ciertas incertidumbres en el mercado, como los precios del café y el cacao. Daimiel ha destacado que, si la tendencia actual continúa, se espera un crecimiento del 4% en el sector, con un aumento estable de la demanda del 2%. Este panorama sugiere que las marcas blancas seguirán desempeñando un papel crucial en la cesta de la compra de los españoles, reflejando un cambio en la forma en que los consumidores valoran y eligen sus productos.