La sequía y el aumento de la demanda global marcan el futuro del café.
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La crisis del café: sequía y heladas
El árbol del café, conocido por su sensibilidad a las condiciones climáticas, se enfrenta a un desafío sin precedentes en 2024. La combinación de sequías prolongadas y heladas ha afectado gravemente las cosechas en Brasil y Vietnam, que juntos representan más del 50% de la producción mundial.
Según Javier Blas, especialista en materias primas de Bloomberg, esta situación es alarmante, ya que es la primera vez que ambos países sufren malas cosechas simultáneamente. La falta de lluvias ha sido devastadora, y se estima que este año podría ser el quinto consecutivo en que el consumo de café supere la producción.
Aumento del consumo y precios históricos
El consumo de café ha aumentado significativamente, impulsado en gran parte por la creciente popularidad de esta bebida en China, que se ha convertido en el séptimo consumidor mundial. Starbucks, por ejemplo, ha abierto más de dos cafeterías al día en el país, lo que refleja un cambio en las tendencias de consumo. Este aumento en la demanda ha llevado a que el precio del café arábica alcance niveles históricos, cotizando a 3,20 dólares, más del doble del promedio de los últimos 20 años. La variedad robusta también ha visto un incremento notable en su precio en el mercado de Londres.
Consecuencias para el sector cafetero
El aumento de precios no solo afecta a los consumidores, sino que también tiene un impacto directo en los productores y en la economía del sector. Carlos Gotor, presidente del Gremi del Cafè de Catalunya, ha señalado que los costos del café son uno de los principales gastos para las empresas del sector, lo que ha llevado a un incremento del 60% en las cotizaciones de las variedades robusta y arábica en 2024. Este aumento de precios se traduce en un impacto significativo en las cuentas de resultados de las empresas, que emplean a miles de personas y generan una considerable cantidad de puestos de trabajo en la industria.
El futuro del café ante el cambio climático
La producción de café se enfrenta a un futuro incierto debido al cambio climático. La posibilidad de que las plantas de café se vean perjudicadas por la sequía es real, pero también existe la opción de que los productores inviertan en tecnologías y prácticas agrícolas que les permitan adaptarse a estas nuevas condiciones. La inversión en fertilizantes y nuevas plantaciones podría ser clave para asegurar la producción en los próximos años. Sin embargo, la creciente concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera plantea un desafío adicional, ya que 2024 se ha registrado como el año más caluroso desde que se iniciaron las observaciones en 1850.
