La fábrica de Marie Claire enfrenta problemas financieros y laborales tras la compra por For Men.
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La situación actual de Marie Claire
La fábrica de Marie Claire, ubicada en Vilafranca, se encuentra en una encrucijada crítica tras la reciente adquisición por parte de la empresa For Men. Desde su apertura en 1907, esta planta ha sido un pilar fundamental para la economía de la comarca de Els Ports, en el norte de Castellón.
Sin embargo, los últimos meses han estado marcados por una serie de eventos desafortunados que han puesto en jaque su futuro. A partir del 5 de diciembre, la nueva propietaria admitió que las dificultades administrativas estaban causando retrasos en los pagos a los empleados, lo que ha generado un clima de incertidumbre y descontento entre los trabajadores.
Problemas laborales y cierre temporal
Los problemas laborales se intensificaron cuando, a finales de diciembre, se anunció el cierre temporal de la planta debido a las bajas temperaturas que enfrentaban los trabajadores. Antonio Durán, secretario general de UGT FICA comarques de Castelló, expresó su preocupación por las condiciones laborales, señalando que los empleados estaban trabajando en condiciones extremas de frío, sin recibir sus salarios correspondientes. Esta situación ha llevado a un sentimiento de desesperanza entre los trabajadores, quienes ven cómo la historia de la fábrica se transforma de un sueño de prosperidad a una pesadilla interminable.
Embargo y futuro incierto
La situación se complicó aún más cuando el Juzgado de lo Mercantil de Castellón decidió embargar todos los bienes y derechos de la unidad productiva de Marie Claire. Este embargo incluye maquinaria, stock y materias primas, lo que pone en riesgo la continuidad de la operación. La venta de la empresa, que se pactó en 250.000 euros, no se ha concretado debido a la falta de pago por parte de For Men, lo que ha llevado a la administración concursal a señalar la falta de liquidez y colaboración de la nueva dirección. A pesar de las promesas iniciales de un entorno laboral estable, la realidad actual es muy diferente, dejando a los empleados en una situación de vulnerabilidad.
Reacciones y perspectivas
Las autoridades locales, incluida la alcaldesa de Vilafranca, Sílvia Colom, se mantienen al margen de los acontecimientos, aunque reconocen la importancia de la fábrica para la economía local. La incertidumbre sobre el futuro de Marie Claire persiste, y los trabajadores continúan esperando respuestas sobre sus salarios y la viabilidad de la planta. Mientras tanto, la empresa sigue operando en línea, garantizando envíos de sus productos, pero la situación en la fábrica es cada vez más precaria. La comunidad espera que se encuentre una solución que permita a Marie Claire recuperar su lugar como un motor económico en la región.