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La bodega Recaredo, ubicada en Sant Sadurní d’Anoia, ha logrado un crecimiento notable en su centenario, alcanzando una cifra récord de 5,8 millones de euros en ventas, lo que representa un aumento del 5,4% en comparación con el año anterior.
Este crecimiento es aún más impresionante considerando que la región ha enfrentado una sequía extrema desde 2021, que ha afectado gravemente la producción vitivinícola.
Desde el inicio de este ciclo de sequía, Recaredo ha incrementado sus ventas en 700.000 euros, lo que demuestra la resiliencia de la bodega y su capacidad para adaptarse a las adversidades climáticas.
Actualmente, exportan un 25% de sus 250.000 botellas de espumosos de la marca Corpinnat y 200.000 botellas de vino bajo la DO Penedès, con un crecimiento del 10% en sus exportaciones en los últimos dos años.
Recaredo ha realizado importantes inversiones en los últimos años, destacando la construcción de una nueva bodega en el centro de Sant Sadurní d’Anoia, que ha costado 2,5 millones de euros. Además, planean invertir 1,5 millones más en los próximos años para construir una nueva sala de embotellado y etiquetaje, así como una prensa con capacidad para 50 hectolitros. Estas inversiones son parte de su estrategia para mejorar la eficiencia y la calidad de sus productos.
La bodega también ha anunciado una inversión de 500.000 euros para renovar el 30% de sus 100 hectáreas de viñedos propios, que han sufrido una pérdida del 15% al 20% de sus vides debido a la falta de lluvia. Con estas acciones, Recaredo busca asegurar la sostenibilidad de su producción y mantener su posición en el mercado.
Uno de los proyectos más emocionantes de Recaredo es el lanzamiento de L’Infinit, una nueva gama de espumosos que se presentará en 2025. Este producto, que se introdujo con motivo de la Copa América, tiene como objetivo vender 50.000 botellas en su primer año. El consejero delegado, Ton Mata, describe esta gama como “más innovadora y desenfadada”, con crianzas más cortas y variedades de uva que no se habían utilizado anteriormente.
Con la introducción de L’Infinit y el crecimiento de sus vinos Celler Credo, Recaredo espera evitar la necesidad de aumentar su producción más allá de las 250.000 botellas actuales. Ton Mata destaca que no hay otra bodega en el mundo que utilice uvas 100% propias, ecológicas y biodinámicas, con levaduras propias y un envejecimiento superior a los 40 meses.
La bodega familiar, presidida por Josep Mata Casanovas, ha implementado una nueva estructura organizativa no piramidal, donde los 45 empleados, incluidos seis enólogos, participan activamente en la toma de decisiones. Este enfoque colaborativo ha permitido que la plantilla se sienta más involucrada y motivada, además de repartir un 15% de los beneficios entre ellos.
Ton Mata reconoce que “la voluntad de no ser tan jerárquicos nos supone un gran esfuerzo”, pero este cambio ha sido fundamental para fomentar un ambiente de trabajo más dinámico y creativo. Con una visión clara hacia el futuro, Recaredo se posiciona como un referente en el sector vitivinícola, demostrando que es posible crecer y adaptarse a los desafíos del clima y del mercado.
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