Recordando la trayectoria de Isak Andic, fundador de Mango y su impacto en la industria.
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Un viaje desde Estambul a Barcelona
Isak Andic, un nombre que resuena en la industria de la moda, llegó a Barcelona a la edad de 14 años junto a su familia, procedente de Estambul. En un entorno desconocido, Isak se adaptó rápidamente, apoyado por la comunidad de inmigrantes turcos que lo rodeaba.
Su historia es un testimonio de perseverancia y visión, comenzando con pequeñas ventas de productos turcos en el puerto de Barcelona, donde su madre lo enviaba a buscar artículos que no se encontraban en la ciudad.
El inicio de una carrera en la moda
La pasión de Isak por la moda se manifestó desde joven. Con un pequeño espacio en una galería comercial, comenzó a vender camisas bordadas y otros artículos de vestir. Su talento innato para los negocios lo llevó a abrir su primera tienda en la Rambla, donde los tejanos se convirtieron en su producto estrella. Isak no solo soñaba en grande, sino que también estaba dispuesto a trabajar arduamente para lograrlo. Su famosa frase, “Si el señor Levi ha podido vender tejanos con su marca por todo el mundo, yo voy a intentarlo con la mía, Isak”, refleja su determinación y ambición.
El nacimiento de Mango y su impacto global
La marca Mango, que Isak fundó, se convirtió en un fenómeno global. Su éxito no fue solo el resultado de una buena estrategia comercial, sino también de su habilidad para conectar con las tendencias y necesidades del mercado. Isak eligió el nombre de la marca inspirado en una fruta que había probado en Tailandia, un nombre que se pronuncia igual en todo el mundo, lo que facilitó su reconocimiento internacional. A lo largo de los años, Mango se expandió a miles de tiendas en diferentes países, convirtiéndose en un referente de la moda accesible.
Un empresario con un corazón generoso
A pesar de su éxito, Isak Andic mantuvo un perfil bajo. Rechazó los honores y la atención mediática, prefiriendo centrarse en su trabajo y en ayudar a los demás. Recientemente, había constituido una fundación para apoyar causas necesitadas, un gesto que refleja su compromiso con la sociedad. Isak no solo fue un empresario talentoso, sino también un ser humano extraordinario que dejó una huella imborrable en la vida de quienes lo conocieron.
El legado de Isak Andic
La muerte de Isak Andic a los 71 años ha dejado un vacío en el mundo de la moda y en la vida de sus seres queridos. Su legado perdurará a través de Mango y de las vidas que tocó con su generosidad y visión. Isak fue un pionero, un amigo y un mentor, y su historia es un recordatorio de que con pasión y dedicación, se pueden alcanzar grandes sueños.