Descubre las mejores horas para usar electrodomésticos y optimiza tu consumo energético.
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Entendiendo el mercado eléctrico
El precio de la electricidad varía a lo largo del día, lo que significa que los consumidores pueden ahorrar dinero si conocen las horas más económicas para utilizar sus electrodomésticos. En este sentido, es fundamental entender cómo funciona el mercado mayorista de electricidad, que establece los precios en función de la oferta y la demanda.
Este lunes, por ejemplo, la referencia media será de 120,86 euros por megavatio hora (MWh), pero las tarifas pueden fluctuar significativamente en diferentes momentos del día.
Horarios clave para el ahorro
Para maximizar el ahorro en la factura de la luz, es recomendable programar el uso de electrodomésticos como la lavadora, el horno o el planchado durante las horas más baratas.
Según los datos de Red Eléctrica, la hora más cara se registrará entre las y las , con un coste de 0,28638 euros por kilovatio hora (kWh). En contraste, la franja más económica será entre las y las , donde el precio descenderá a 0,14490 euros por kWh. Conocer estos horarios permite a los consumidores ajustar su consumo y, por ende, su factura mensual.
Factores que influyen en el precio de la luz
El coste de la electricidad no solo depende de la demanda en momentos específicos, sino que también se ve afectado por otros factores como los servicios de ajuste, los peajes y los cargos adicionales. Estos elementos pueden variar cada hora, lo que hace que el precio de la luz sea dinámico y cambiante. Por lo tanto, es crucial que los consumidores estén atentos a estas fluctuaciones y adapten su consumo en consecuencia. Además, la estacionalidad juega un papel importante; durante los picos de frío o calor, la demanda de energía aumenta, lo que a su vez eleva los precios.
Consejos adicionales para reducir el consumo energético
Además de programar el uso de electrodomésticos en las horas más baratas, existen otras estrategias que los consumidores pueden implementar para reducir su factura de electricidad. Por ejemplo, invertir en electrodomésticos de alta eficiencia energética, utilizar bombillas LED y desconectar dispositivos que no se estén utilizando puede contribuir significativamente al ahorro. También es recomendable realizar un mantenimiento regular de los sistemas de calefacción y refrigeración para asegurar que funcionen de manera óptima y no consuman más energía de la necesaria.