La sequía afecta la producción de cava y provoca cambios en el mercado internacional.
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La sequía y su efecto en la producción de cava
La sequía persistente en España, especialmente en regiones como el Penedès, ha tenido un impacto significativo en la producción de cava. Durante los últimos tres años, las condiciones climáticas adversas han reducido drásticamente la cantidad de uvas disponibles para la elaboración de este vino espumoso.
En 2021, se cosecharon 304 millones de kilos de uvas, pero esta cifra ha ido en descenso, alcanzando solo 219,5 millones en 2024. Esta disminución en la producción ha llevado a una caída del 12,28% en las expediciones globales de cava en comparación con el año anterior.
Impacto en el mercado nacional e internacional
Las cifras de ventas reflejan la crisis que atraviesa el sector. Hasta el 30 de septiembre de 2024, se han expedido 149 millones de botellas, un 68% de las cuales se han exportado. Sin embargo, esto representa una disminución del 8,73% en comparación con el mismo período del año anterior. Mientras que el mercado nacional ha experimentado una caída del 3,67%, los mercados internacionales han visto una retracción aún mayor, del 15,81%. Este descenso es alarmante, especialmente en un momento en que el vino espumoso de calidad está ganando aceptación entre los consumidores a nivel mundial.
Reacción del sector ante la crisis
Ante esta situación, las bodegas han comenzado a buscar alternativas para mitigar el impacto de la escasez de uvas. Freixenet, uno de los líderes del sector, ha lanzado su línea de Premium Sparkling Wine-Cuvée de España, elaborando espumosos con uvas españolas fuera de la DO Cava. Esta estrategia busca satisfacer la demanda en mercados como Alemania, que ha visto una caída del 55,1% en las ventas de cava. A pesar de la disminución en las expediciones, Bélgica ha emergido como el principal mercado internacional, seguido por Estados Unidos, lo que indica un cambio en las dinámicas de consumo.
Perspectivas futuras y sostenibilidad
A pesar de los desafíos, el presidente de la DO Cava, Javier Pagés, ha señalado que la escasez de producto también ha tenido efectos positivos, como el aumento de precios y márgenes. En el mercado español, los precios han subido un 10%, mientras que en el ámbito internacional, el incremento ha sido del 20%. Además, el sector se ha comprometido a adoptar prácticas más sostenibles, con la meta de que todos los cavas de Guarda Superior sean 100% ecológicos para 2025. Esta apuesta por la sostenibilidad podría ser clave para el futuro del cava en un contexto de cambio climático y creciente demanda de productos ecológicos.