Agricultores catalanes exigen al Gobierno español rechazar el acuerdo comercial
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El Gremi de la Pagesia Catalana y su postura firme
El Gremi de la Pagesia Catalana ha manifestado su rotunda oposición al acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur, que incluye a países como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
En una reciente concentración en Lleida, los agricultores y ganaderos catalanes, liderados por Ramon Rojo, han exigido al Gobierno de Pedro Sánchez que se alinee con Francia y rechace este pacto que consideran perjudicial para la agricultura local y la seguridad alimentaria.
Consecuencias del acuerdo para la agricultura local
Los representantes del Gremi han advertido que el tratado amenaza no solo la agricultura local, sino también la soberanía alimentaria y la sostenibilidad del medio ambiente. En su manifiesto, destacan que la entrada masiva de productos agroalimentarios de Mercosur, que operan bajo normativas más laxas en materia laboral y ambiental, podría generar una competencia desleal para los productores europeos. “Es absurdo importar productos que ya producimos en la UE”, afirman, subrayando la necesidad de proteger la producción local.
Impacto en el sector ganadero
El sector ganadero es uno de los más afectados por este acuerdo. Eduard Escolà, viticultor de la Conca de Barberá, ha expresado su preocupación por los productos fitosanitarios que podrían ingresar al mercado europeo, muchos de los cuales están prohibidos en la UE. Además, Ramon Rojo ha señalado que Brasil, como mayor productor de carne, utiliza hormonas en el engorde de animales, lo que podría arruinar a los ganaderos locales que cumplen con regulaciones más estrictas. “La competencia sería desproporcionada”, advierte.
Reacciones y movilizaciones futuras
El Gremi de la Pagesia Catalana ha anunciado que, si el Gobierno español no se opone al acuerdo, comenzarán a convocar asambleas comarcales y movilizaciones contundentes. La preocupación por la salud alimentaria de los consumidores es un tema recurrente en sus declaraciones, ya que consideran que el acuerdo permitirá la entrada de productos de menor calidad y con estándares de seguridad alimentaria inferiores. La presión sobre el Gobierno aumenta, y otras organizaciones, como Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya, también se están sumando a las protestas.
La postura del Gobierno catalán
Por su parte, la Conselleria de Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació ha defendido el acuerdo como una oportunidad para las empresas catalanas exportadoras, argumentando que permitirá el acceso a un mercado de más de 260 millones de consumidores. Sin embargo, la inquietud en el sector agroalimentario es palpable, y el Gobierno ha prometido velar por el cumplimiento de la normativa europea en los productos importados. La tensión entre la necesidad de abrir mercados y la protección de la producción local continúa siendo un tema candente en la agenda política.