La economía española muestra signos de recuperación a pesar de los desafíos globales.
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La recuperación económica en España
En los últimos meses, la economía española ha mostrado señales de recuperación, a pesar de un entorno europeo caracterizado por la desaceleración. Recientemente, BBVA Research ha ajustado al alza sus previsiones de crecimiento del PIB para este año, situándolo en un 3,1%.
Este aumento se debe a un desempeño mejor de lo esperado en el tercer trimestre, donde la economía creció un 0,8%. Además, se anticipa que el cuarto trimestre también mostrará un crecimiento entre el 0,6% y el 0,8%, impulsado por una mejora en el mercado laboral.
Factores que impulsan el crecimiento
Uno de los motores de esta recuperación es la demanda interna, que ha cobrado protagonismo en el modelo de crecimiento español. El consumo privado, especialmente en servicios y bienes duraderos, ha sido fundamental para este avance. A pesar de que el consumo público sigue siendo un pilar de la expansión económica, se espera que su contribución disminuya en los próximos años. BBVA Research también prevé un crecimiento del 2,3% para 2025 y del 1,7% para 2026, lo que sugiere una tendencia positiva a largo plazo.
Desafíos en el horizonte
A pesar de las proyecciones optimistas, existen riesgos que podrían afectar la economía española. Uno de los más significativos es el impacto de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que, aunque tendrá un efecto local, se espera que su impacto a nivel nacional sea limitado. Sin embargo, se estima que podría afectar entre una y cuatro décimas del PIB en 2025. Además, la política de aumento de aranceles que podría implementar el nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, también plantea un riesgo, con posibles reducciones en el PIB de hasta siete décimas para 2026.
Inflación y consumo privado
La inflación se prevé que se consolide en torno al 2%, lo que facilitaría la reducción de los tipos de interés. Este contexto podría favorecer un aumento en el consumo privado, que actualmente se encuentra por debajo de las expectativas. La mejora en la renta disponible de las familias es un factor clave que podría impulsar el consumo en los próximos años. Además, el sector turístico, que ha mostrado un crecimiento sostenido, podría experimentar una moderación, diversificándose hacia el turismo urbano y rural, en lugar de depender únicamente del turismo de sol y playa.
Inversión y futuro económico
Un aspecto preocupante es la inversión, que, aunque ha crecido, lo ha hecho a un ritmo inferior al esperado. La incertidumbre en torno a los costos de producción y las políticas laborales podría estar afectando la confianza de los inversores. Sin embargo, con una mayor claridad sobre estos factores, se espera que la inversión recupere fuerza en el futuro. En resumen, la economía española se encuentra en un camino de recuperación, pero debe navegar por varios desafíos para mantener su crecimiento sostenible.