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En un mundo donde la rapidez y la eficacia son esenciales, la Unión Europea enfrenta críticas por su lenta gobernanza. Durante el 20º Foro de Diálogo España – Italia, el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, destacó que la toma de decisiones en Bruselas es excesivamente lenta, lo que puede llevar a la frustración y a la melancolía.
Este fenómeno se ha vuelto más evidente en un contexto global que exige respuestas rápidas y colectivas.
El informe Draghi sobre competitividad, que señala que la Unión Europea puede tardar hasta 19 meses en introducir cambios normativos, resalta la urgencia de reformas administrativas.
Cuerpo enfatizó la necesidad de reducir la carga burocrática para facilitar la toma de decisiones. En este sentido, el ministro del Tesoro italiano, Giancarlo Giorgetti, coincidió en que el funcionamiento actual de la UE no es adecuado para enfrentar los desafíos globales contemporáneos.
El gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, advirtió que se requieren inversiones de 800.000 millones de euros anuales hasta 2030 para financiar la transición verde, la defensa y la innovación tecnológica. Esta cifra es cinco veces mayor que el presupuesto anual de Bruselas, lo que subraya la necesidad de un consenso político que permita crear un mercado único de capitales y mecanismos de endeudamiento común. Sin embargo, la falta de un proceso de toma de decisiones ágil sigue siendo un obstáculo significativo.
Cuerpo también destacó los recientes éxitos de la economía española, incluyendo la creación de 500.000 empleos netos y la reducción de la tasa de desempleo a niveles de 2007. Subrayó la importancia de la inmigración en este contexto, señalando que los inmigrantes contribuyen positivamente a la afiliación de la Seguridad Social. Este mensaje es particularmente relevante dado el enfoque restrictivo del gobierno italiano de Giorgia Meloni hacia la inmigración, que ha suscitado controversias en su país.
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