L'industria aragonese affronta il cambiamento dopo la dimissione di Tavares.
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El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha expresado su confianza en que la reciente dimisión de Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, no tendrá repercusiones negativas en la comunidad. Durante un acto institucional, Azcón subrayó que la llegada de la esperada gigafactoría de baterías, que Stellantis planea instalar en la región, sigue en pie.
Esta planta representa una inversión significativa de 4.000 millones de euros, de los cuales ya se han asegurado 300 millones a través de los Perte del vehículo eléctrico.
El presidente aragonés destacó que la inversión de la gigafactoría se suma a una serie de proyectos millonarios que se han anunciado en el sector tecnológico de la comunidad.
En total, estas inversiones alcanzan casi los 40.000 millones de euros, lo que refleja un interés creciente por parte de las multinacionales en establecerse en Aragón. Azcón se mostró optimista y afirmó que la única razón que podría retrasar el anuncio de la gigafactoría es la relación con China, dado que el proyecto está impulsado por Stellantis en colaboración con la empresa china CALT.
La dimisión de Tavares ha generado gran expectación en la industria, especialmente en la planta de Figueruelas, donde los trabajadores esperan que los nuevos proyectos no se vean afectados. Rubén Alonso, presidente del comité de empresa, expresó su sorpresa ante la noticia y confía en que los acuerdos alcanzados con los representantes de los trabajadores se mantendrán. Además, se ha iniciado el periodo de aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a casi toda la plantilla, lo que añade incertidumbre a la situación actual.
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