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La llegada de los fondos europeos Next Generation ha supuesto un cambio significativo en el panorama de la investigación y desarrollo (I+D) en España. En 2023, el gasto en I+D alcanzó la cifra récord de 22.379 millones de euros, lo que representa un aumento del 15,8% en comparación con el año anterior.
Este incremento es un reflejo directo de las ayudas europeas que se activaron en respuesta a la crisis provocada por la pandemia de COVID-19. Según Xavier Ferràs, profesor de innovación en Esade, estos resultados son un indicativo de que el país ha comenzado a despertar de un letargo en el que se encontraba sumido durante años.
El gasto en I+D no se distribuye de manera uniforme en todo el territorio español. La Comunidad de Madrid lidera la inversión, concentrando el 27% del total, seguida de Cataluña con un 24%. Otras comunidades como Andalucía y el País Vasco también muestran cifras significativas, pero hay regiones como La Rioja y Extremadura que se quedan atrás. Este patrón de inversión refleja la fortaleza del tejido empresarial y la presencia de universidades y centros de investigación en estas áreas. Sin embargo, es alentador observar que algunas comunidades que históricamente han tenido poca inversión, como Andalucía y Asturias, han visto un crecimiento superior al 20% en sus gastos en I+D.
A pesar de los avances, España aún se encuentra lejos de alcanzar el objetivo del 3% del PIB en inversión en I+D que la Unión Europea estableció para 2020. Actualmente, el gasto en I+D representa el 1,49% del PIB, lo que indica que el país está a medio camino de construir un sistema innovador robusto. Además, el profesor Ferràs advierte sobre el riesgo que representa la finalización de los fondos Next Generation en 2027, ya que podría dejar a las empresas sin recursos necesarios para continuar con sus proyectos de innovación. La sostenibilidad de la inversión en I+D es crucial para mejorar la productividad del tejido empresarial español, que ha visto una caída del 7% en los últimos 24 años.
Un aspecto relevante que destaca la nueva estadística del Instituto Nacional de Estadística (INE) es la creciente participación de las mujeres en el sector de I+D. Actualmente, el 40% de los investigadores son mujeres, un porcentaje que se acerca a la paridad. Sin embargo, esta cifra varía significativamente entre el sector privado y la administración pública, donde las mujeres representan solo un tercio en el ámbito privado, mientras que alcanzan el 54% en la administración pública. Este dato subraya la necesidad de fomentar la igualdad de género en todos los sectores, especialmente en uno tan crucial como la investigación y el desarrollo.
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