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El dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre ha generado gran expectación en España, ya que no solo refleja la evolución de los precios, sino que también establece la revalorización de las pensiones para el próximo año.
Con un incremento de seis décimas, el IPC se sitúa en un 2,4%, impulsado principalmente por el aumento en los precios de la electricidad y los combustibles. Este aumento es significativo, ya que marca la mayor subida desde septiembre de 2023.
Con el dato de inflación conocido, se anticipa que las pensiones en España aumentarán un 2,8% en 2024. Este porcentaje se basa en la media del IPC interanual desde diciembre de 2023 hasta noviembre de 2024, según el mecanismo establecido en la reforma de pensiones. Este sistema tiene como objetivo garantizar que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo, lo que es crucial en un contexto de inflación creciente.
La revalorización afectará a más de 10 millones de pensiones contributivas en el país. Se estima que la pensión media de jubilación alcanzará los 1.481 euros al mes, lo que representa un incremento de 560 euros anuales. Por otro lado, la pensión media del sistema se situará en 1.296 euros mensuales, con un aumento de 500 euros al año. Además, la pensión máxima también se verá beneficiada, alcanzando aproximadamente 3.268 euros al mes, lo que implica un aumento de 1.100 euros anuales.
El aumento del IPC también refleja una tendencia en la inflación subyacente, que excluye los precios de energía y alimentos frescos, y que ha disminuido una décima, situándose en el 2,4%. Este dato es mejor de lo que muchos economistas esperaban, lo que podría indicar una moderación en los servicios, un sector que ha enfrentado mayores dificultades. Sin embargo, será necesario esperar a los datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en dos semanas para confirmar estas tendencias.
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