Los fabricantes de coches rechazan la reducción de jornada propuesta por el gobierno.
Temas cubiertos
El rechazo a la reducción de jornada en la industria automotriz
Recientemente, los fabricantes del sector automotriz en España han expresado su rechazo a la propuesta de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de establecer por ley una jornada laboral de 37,5 horas semanales.
Esta medida ha generado un intenso debate, ya que los fabricantes argumentan que su actividad requiere de flexibilidad para operar de manera eficiente. Según ellos, cualquier cambio en la jornada laboral debería ser el resultado de negociaciones entre empresas y trabajadores, y no una imposición gubernamental.
Impacto en la competitividad y las inversiones
José López-Tafall, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), ha señalado que una modificación en la jornada laboral podría afectar negativamente la competitividad del sector. “Es una medida intervencionista que penaliza nuestra competitividad”, ha afirmado. Además, ha advertido que el cumplimiento de normativas tan restrictivas podría superar las ventajas que ofrece la industria en términos de conocimiento y flexibilidad, lo que podría desincentivar futuras inversiones en el país.
La necesidad de flexibilidad en el sector
El sector automotriz opera con bolsas de horas y turnos, lo que hace que la flexibilidad sea un elemento crucial para su funcionamiento. López-Tafall ha enfatizado que el sector está altamente sindicalizado, lo que permite que las condiciones laborales se negocien a nivel de convenio de empresa. “La necesidad de defender la competitividad y la flexibilidad choca con leyes unilaterales que solo buscan intervenir en los registros horarios”, ha añadido. Esta situación ha llevado a los fabricantes a solicitar un diálogo más abierto con el gobierno y los sindicatos para encontrar soluciones que beneficien a todas las partes involucradas.
Preocupaciones sobre la electrificación y la regulación futura
Además de los desafíos laborales, la industria automotriz también enfrenta preocupaciones relacionadas con la regulación ambiental. A partir de 2025, el sector podría enfrentar multas significativas si no se incrementa la venta de vehículos eléctricos. Marta Blázquez, presidenta de Faconauto, ha expresado su inquietud sobre el futuro del mercado, señalando que la lenta adopción de vehículos eléctricos podría llevar a una pérdida de actividad y empleo en el sector. “Nos preocupa el 2025, el mix de emisiones”, ha declarado.
La transición hacia un mercado más sostenible
Con la prohibición de la venta de vehículos de combustión nuevos prevista para 2035, la industria automotriz se encuentra en una encrucijada. Mikel Palomera, director general de Seat y Cupra, ha advertido sobre el riesgo de una “africanización” del mercado si la demanda de vehículos eléctricos no aumenta. Esta situación podría resultar en un mercado de segunda mano de combustión más grande, lo que complicaría aún más la transición hacia un modelo más sostenible. “Hoy por hoy no hay una demanda como debería, nos podemos encontrar un grave problema en Europa”, ha añadido Palomera.
Propuestas para revitalizar el sector
Ante estos desafíos, Faconauto y Fecavem han propuesto un plan para renovar el parque automovilístico catalán mediante la compra y achatarramiento de vehículos. Con una inversión estimada de 13 millones de euros, se podrían renovar aproximadamente 5,400 vehículos al año. Esta iniciativa busca avanzar en la descarbonización y electrificación del sector, así como mejorar la antigüedad del parque automovilístico. Sin embargo, es fundamental que el gobierno se involucre en este proceso para garantizar su éxito.