La opa del BBVA podría beneficiar a Caixa d’Enginyers en un contexto competitivo.
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Contexto del mercado bancario en Catalunya
La reciente opa hostil del BBVA sobre el Banc Sabadell ha generado un gran revuelo en el sector bancario catalán. Joan Cavallé y Juanjo Llopis, directivos de Caixa d’Enginyers, han expresado su opinión sobre cómo esta situación podría beneficiar a su entidad.
En 2017, tras la crisis del referéndum independentista en Catalunya, Caixa d’Enginyers experimentó un notable aumento de clientes, lo que sugiere que una situación similar podría repetirse si el BBVA logra absorber al Sabadell.
Oportunidades de crecimiento para Caixa d’Enginyers
Juanjo Llopis, quien asumirá la dirección general de Caixa d’Enginyers en enero, ha señalado que la entidad podría captar a clientes del Sabadell si este es absorbido por el BBVA. Este fenómeno ya se observó en 2017, cuando más de 180.000 personas cambiaron de entidad tras el traslado de la sede social de CaixaBank y Sabadell fuera de Catalunya. Este cambio de clientes podría representar una oportunidad significativa para Caixa d’Enginyers, que se posiciona como la única entidad con sede en la comunidad.
Desafíos y riesgos asociados al crecimiento
A pesar de las oportunidades, Cavallé ha advertido sobre los riesgos que un crecimiento rápido puede conllevar. Un aumento inusualmente alto de clientes podría tensionar los sistemas informáticos de la entidad. En 2018, Caixa d’Enginyers ya había visto un incremento del 16,8% en sus clientes socios, lo que demuestra que el crecimiento puede ser tanto una bendición como un desafío. La dirección de la entidad está consciente de la necesidad de gestionar este crecimiento de manera sostenible para evitar problemas operativos.
Competencia en el mercado bancario
La competencia entre BBVA y Banc Sabadell ha llevado a ambas entidades a implementar políticas comerciales agresivas, lo que ha generado un ambiente de tensión en el mercado. Esta competencia se ha manifestado especialmente en los concursos con administraciones públicas y en la oferta de precios bajos a clientes minoristas. Según Cavallé, cuanto más se prolongue la operación de la opa, más se resentirá la competencia en el sector, lo que podría afectar a la calidad de los servicios ofrecidos.
Postura sobre el impuesto a la banca
En cuanto al impuesto a la banca, tanto Cavallé como Llopis se han mostrado en contra de la forma en que se ha planteado. Consideran que la implementación del gravamen no es la más adecuada y que debería haber una mayor transparencia sobre el destino de los recursos recaudados. A pesar de que el impuesto les afecta, gracias a deducciones y desgravaciones, el importe a pagar es cero. Ambos directivos han manifestado su disposición a contribuir fiscalmente, siempre que se realice de manera consensuada.