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La Comunidad de Madrid ha dado un paso significativo en su estrategia para atraer a contribuyentes de altos ingresos mediante la aprobación de la Ley Mbappé. Esta normativa permite a los extranjeros que establezcan su domicilio fiscal en la región deducir un 20% de las inversiones realizadas en empresas locales y productos financieros.
Este movimiento se enmarca en un contexto de competencia entre comunidades autónomas por captar a los contribuyentes más adinerados.
Para poder beneficiarse de esta deducción, los interesados deben cumplir con ciertos requisitos. En primer lugar, deben fijar su residencia en Madrid y mantenerla durante un período mínimo de seis años.
Además, es fundamental que las inversiones se mantengan durante el mismo tiempo. La ley excluye la compra de inmuebles, lo que representa un cambio significativo respecto a propuestas anteriores que no lograron avanzar debido a la oposición política.
Las deducciones se aplicarán a diversas aportaciones, incluyendo obligaciones, bonos, letras del tesoro y acciones de sociedades tanto cotizadas como no cotizadas. Sin embargo, se excluyen las inversiones en entidades domiciliadas en paraísos fiscales. La normativa también establece que el beneficiario no puede haber sido residente fiscal en España durante los cinco años previos al cambio de residencia, lo que limita el acceso a aquellos que ya tienen vínculos establecidos en el país.
La implementación de esta ley podría tener un impacto significativo en la economía de la Comunidad de Madrid. Al atraer a contribuyentes de altos ingresos, se espera que se incremente la inversión en el tejido empresarial local, lo que podría traducirse en un crecimiento económico sostenido. Sin embargo, también se plantea un debate sobre la equidad de estas medidas y su efecto en la distribución de la carga fiscal entre los ciudadanos.
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