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La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha tomado la decisión de recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos, situándolos en un rango entre el 4,5% y el 4,75%.
Esta medida se produce tras un recorte más significativo de medio punto porcentual en septiembre. Jerome Powell, presidente de la Fed, ha indicado que esta decisión fue unánime, lo que refleja un consenso entre los miembros del comité. A pesar de la reducción, los mercados han reaccionado de manera moderada, lo que sugiere una falta de sorpresa ante la medida.
Powell ha señalado que los indicadores recientes muestran que la actividad económica sigue expandiéndose a un ritmo sólido. Sin embargo, también ha reconocido que el sector inmobiliario presenta debilidades. A pesar de la percepción de una economía fuerte, muchos estadounidenses no comparten esta opinión, lo que se ha evidenciado en las recientes elecciones. La resistencia del consumo y la fortaleza del empleo son aspectos positivos, pero la Fed se enfrenta a un entorno lleno de incertidumbres, especialmente tras la victoria de Donald Trump en las elecciones.
En cuanto a las perspectivas futuras, Powell ha enfatizado que la Fed no está en un camino preestablecido y que las decisiones se toman en función de los datos disponibles. A corto plazo, la nueva administración no afectará las decisiones de la Fed, aunque se anticipan posibles cambios en la política fiscal, como recortes de impuestos o aranceles. La confianza en la economía ha comenzado a debilitarse, y la Fed proyecta que su ciclo de recortes de tasas podría finalizar a mediados de 2025, con un nivel de tasas final entre el 3,75% y el 4%. Esta proyección es un punto porcentual más alto que lo que se había anticipado anteriormente, lo que indica que la Fed está ajustando sus expectativas en un entorno económico cambiante.
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