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La obra social del sector CECA ha demostrado ser un pilar fundamental en la lucha contra la desigualdad y la exclusión social en España. Con una inversión de más de 800 millones de euros en el último ejercicio, esta iniciativa ha llegado a más de 30 millones de beneficiarios en 2023.
Este compromiso no es nuevo; se remonta al siglo XVIII, cuando surgieron las primeras entidades benéfico-sociales con el objetivo de ayudar a los más desfavorecidos. Hoy en día, la obra social se ha consolidado como el primer inversor social privado del país, adaptando su enfoque a los valores contemporáneos que guían su acción.
La obra social no solo se enfoca en la asistencia social, sino que también juega un papel crucial en la dinamización de la economía local. A través de 81.000 actividades realizadas en el último año, se ha trabajado para mejorar la calidad de vida de los colectivos más necesitados, promoviendo el desarrollo social y la creación de empleo. La colaboración con organizaciones e instituciones permite establecer alianzas estratégicas que fomentan el uso de productos y servicios sostenibles, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
La educación y la cultura financiera son áreas clave en las que la obra social despliega su impacto. A través de programas de formación e investigación, se busca fomentar la inclusión financiera y facilitar el acceso a recursos económicos para los colectivos más desfavorecidos. Este enfoque no solo ayuda a los ciudadanos a tomar decisiones informadas, sino que también promueve la igualdad de oportunidades y el crecimiento económico. Además, la obra social respalda la cultura como un elemento de cohesión social, contribuyendo a la conservación del patrimonio y al desarrollo de iniciativas deportivas que fomentan valores como el esfuerzo y el trabajo en equipo.
El pacto entre la CETM y los sindicatos CCOO y UGT garantiza la paz laboral en el sector del transporte.