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El precio de la electricidad varía a lo largo del día, lo que significa que los consumidores deben estar atentos a las horas más económicas para realizar sus actividades diarias. Según datos del operador OMIE, la referencia media para el mercado mayorista se sitúa en 0,11265 euros por megavatio hora (MWh).
Sin embargo, este precio fluctúa considerablemente dependiendo de la demanda de energía en cada momento.
Para maximizar el ahorro, es crucial conocer cuáles son las horas más caras y más baratas para consumir electricidad.
Por ejemplo, en un día típico, la hora más cara podría alcanzar hasta 0.2781 euros por kilovatio hora (kWh), mientras que la más barata podría bajar a 0.1388 euros. Estos precios son el resultado de la oferta y la demanda, así como de otros factores como los peajes y los cargos por servicios de ajuste.
Para reducir la factura de la luz, considera programar el uso de electrodomésticos como la lavadora o el horno durante las horas más baratas. Además, es recomendable estar al tanto de las previsiones de precios y ajustar el consumo en función de las horas de mayor demanda. Por ejemplo, durante los picos de frío o calor, la demanda de energía aumenta, lo que provoca un incremento en los precios. Por lo tanto, planificar el uso de la energía puede resultar en un ahorro significativo a fin de mes.
Es importante tener en cuenta que el precio de la electricidad no solo depende de la demanda, sino también de otros factores como los pagos por capacidad, los excedentes de subastas renovables y los costes por servicios de interrumpibilidad. Estos elementos pueden variar de una hora a otra, lo que hace que el seguimiento constante de los precios sea esencial para los consumidores que desean ahorrar.
El pacto entre la CETM y los sindicatos CCOO y UGT garantiza la paz laboral en el sector del transporte.