El informe más reciente de la Cambra de Comerç de Barcelona revela que el incremento de la competitividad en el sector manufacturero de Catalunya no se debe tanto a avances en capital humano y tecnología, sino a la eliminación de las empresas menos eficientes.
Este es el hallazgo principal del análisis sobre la evolución de la industria en Catalunya durante los últimos años. De acuerdo con el servicio de estudios dirigido por Joan Ramon Rovira, la productividad industrial en la comunidad está por debajo de la media de otros sectores.
En 2022, la relación entre el PIB del sector y las horas trabajadas fue un 20,6% inferior a la media europea.
El informe sugiere que es imprescindible cambiar esta tendencia y propone incrementar la inversión por trabajador. A pesar de la baja productividad, es alentador que el sector haya crecido en años recientes, superando incluso los niveles de 2019 y ligeramente por encima de la media de la UE. En cuanto a las proyecciones económicas, la Cambra ha ajustado al alza en cinco décimas su estimación de crecimiento para Catalunya, proyectando un 3% para 2024. Para el año siguiente, se prevé una leve desaceleración, con un aumento del PIB del 2,4%. Estas mejoras se atribuyen al incremento en turismo, inversión y consumo privado. Sin embargo, la Cambra advierte sobre ciertos riesgos, como el aumento en el precio del petróleo, la inflación persistente en servicios y las tasas de interés altas.
En el ámbito laboral, se estima que la tasa de desempleo, que alcanzó el 9,4% en el segundo trimestre de 2024, continuará su tendencia a la baja hasta situarse en un 8,8% para 2025. Además, se espera que el empleo crezca a una tasa superior al 2% anualmente durante los próximos dos años.
