Ignacio Rivera, presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), ha instado a no sobrecargar a las empresas con regulación o intervención excesiva, ya que esto podría afectar su competitividad. Durante la clausura del congreso nacional del IEF, Rivera alertó sobre posibles cambios en la normativa y un entorno de competencia comercial.
“Hemos dado pasos en cuestiones ambientales, salariales y fiscales… pero todo tiene un límite. Es esencial que podamos competir, ya que existen otras empresas y regiones que lo hacen”, señaló. Además, enfatizó que es crucial no excederse, subrayando que el impacto de estas regulaciones se siente internamente y que se debe mantener la competitividad.
En este contexto, propuso que se alcancen acuerdos en España para alinearse con las normas europeas. “Es fundamental crear un consenso en nuestra sociedad; vivimos un periodo político complicado, con crisis de valores y conflictos en el continente”, añadió.
Respecto a la fiscalidad, Rivera no quiso centrar la atención en este tema, reconociendo que podría considerarse elevada. “Los empresarios también somos contribuyentes, y eso fomenta el bienestar social”, argumentó, resaltando la necesidad de promover el crecimiento empresarial. “A medida que nuestras empresas crecen, también lo hace nuestro impacto positivo”, añadió.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, también destacó la importancia de las empresas familiares, calificándolas como el corazón del sector productivo. Su bienestar es esencial, siendo las pymes una de las principales áreas de enfoque del Gobierno, recordó. Como ejemplo de su solidez, mencionó cómo estas empresas se adaptaron durante la pandemia de covid, demostrando su capacidad para manejar la incertidumbre. Este congreso nacional de la empresa familiar concluyó resaltando su relevancia en un panorama lleno de cambios y retos.
El IEF colabora con las cien principales empresas familiares de España y está asociado con 18 organizaciones regionales, representando a 1.800 compañías. Se estima que las empresas familiares constituyen el 90% del tejido empresarial, generan el 70% del empleo y contribuyen con el 60% del valor añadido bruto.
Ignacio Juliá, el nuevo CEO de Santander España, ha destacado la urgencia de adaptarse a un entorno en continuo cambio. Factores como la tecnología, la inteligencia artificial, las dinámicas demográficas, la geopolítica y el clima exigen una transformación en los métodos actuales, que demandarán una considerable inversión en recursos económicos, tiempo, ideas y talento.
Para facilitar esta adaptación y fomentar la inversión, ha instado a la necesidad de “simplificar la normativa, eliminar trámites burocráticos y fomentar una regulación que promueva la innovación”. Esto es especialmente relevante para el sector bancario, donde ha solicitado un marco regulatorio que favorezca el crecimiento y garantice un entorno justo y equilibrado para todos. “Hay grandes oportunidades como nación, y tengo una visión optimista sobre lo que está por venir”, concluyó.
