En el año 2019, los precios de las viviendas habían alcanzado niveles elevados. Antes de que la pandemia de covid-19 afectara al mundo, en Barcelona el coste medio por metro cuadrado superaba los 4.000 €. La recuperación tras la crisis económica de la última década ya era evidente.
Desde ese entonces, el mercado inmobiliario se ha mantenido relativamente estable, registrando un crecimiento del 6,6% entre 2019 y el primer semestre de 2024 en toda la ciudad, mostrando una inclinación a aumentar su valor a lo largo del tiempo.
Examinemos las estadísticas disponibles sobre las transacciones inmobiliarias en Barcelona en los últimos años, buscando patrones atípicos. La propiedad ha demostrado ser resiliente: ha vuelto a levantarse desde sus niveles más bajos en casi todos los distritos. En la última década, desde 2013, el incremento del precio de la vivienda ha sido significativo. En 2013, el precio promedio por metro cuadrado era de 2.719 €, mientras que, para el primer semestre de 2024, esa cifra ascendió a 4.398,7 €, lo que representa un aumento del 61,8% en diez años.
La revalorización de los inmuebles ha ocurrido en la mayoría de los barrios de la ciudad, excepto en dos, donde se ha observado una caída drástica: Torre Baró, que pasó de 1.631,6 €/m² a 988,1 €/m², y Vallbona, que bajó de 2.474,9 €/m² a 1.464,9 €/m². En contraste, en Ciutat Meridiana, un barrio vecino, los precios de las viviendas han crecido un 43,7% en este período. Además, hay dos distritos que han mostrado un incremento excepcional en el precio medio de la vivienda; a pesar de sus diferencias, comparten ciertas características similares.
Las viviendas asequibles en Can Peguera oscilan entre 38.000 € y 370.000 €. La venta de propiedades en esta pequeña zona del distrito de Nou Barris, que es el más reducido de Barcelona, no es frecuente. Can Peguera está compuesta por viviendas de una sola planta situadas en el Turó de la Peira. Estas casas, con una superficie promedio de entre 60 y 70 m², fueron levantadas en diferentes momentos entre 1928 y 1949, destinadas a albergar a migrantes de otras partes de España y a personas desalojadas de Montjuïc tras la Exposición Internacional de 1929.
El barrio ha experimentado un aumento impresionante en sus precios, que pasaron de 612,6 €/m² en 2013 a 5.136,9 €/m² en 2023, superando así la media de la ciudad. Las llamadas ‘casas baratas’ han alcanzado ventas de hasta 370.000 € en 2023, comparado con aproximadamente 38.000 € en 2013. De manera irónica, su valor ha crecido más que el de cualquier otro tipo de vivienda en Barcelona, marcando un incremento del 738,6 % en la última década. Actualmente, las viviendas de Can Peguera son de las pocas que aún se consideran ‘casas baratas’ en la ciudad; las que existían en Bon Pastor han sido demolidas o convertidas en museos.
Por otro lado, la zona conocida hoy como Marina del Prat Vermell, ubicada al otro lado de la montaña de Montjuïc, albergaba un grupo de ‘casas baratas’ cerca del Passeig de la Zona Franca. Sin embargo, en los años 90, estas construcciones se derribaron para dar paso a nuevos edificios que ofrecen más viviendas.
El valor de las propiedades en la Marina del Prat Vermell ha experimentado un incremento notable del 497,4% en el periodo de 2014 a 2024, pasando de 684,5 €/m² a 4.089,31 €/m². Este aumento se debe principalmente a nuevas construcciones, muchas de las cuales cuentan con instalaciones como piscina, estacionamiento, gimnasio, huertos urbanos y espacios versátiles, todas ellas con una clasificación energética A. En esta amplia zona, que ofrece un gran potencial para el desarrollo, algunas edificaciones ya están terminadas, mientras que otras se encuentran en venta sobre plano, lo que está contribuyendo a revitalizar el área y a conectarla con una ciudad que se urbaniza cada vez más.
La crisis del COVID-19 ha impactado de manera desigual en diferentes barrios. Mientras que Barcelona ha visto un aumento general en su valorización tras períodos difíciles, algunos precios ya han superado los niveles previos a la pandemia, justo cuando ciertas áreas estaban a punto de alcanzar los picos de la burbuja inmobiliaria. En términos generales, la mayoría de las zonas ha recuperado y sobrepasado los precios de 2019, excepto dieciocho de ellas. Uno de los barrios que más ha visto caer sus valores es Torre Baró, con una caída del 61,8%, bajando de 2.589,3 €/m² antes de la pandemia a 988,1 €/m² actualmente. Asimismo, Besòs i el Maresme ha sufrido una reducción significativa del 33,45%, descendiendo de un máximo de 3.684,8 €/m² en 2019 a 2.452,1 €/m² en 2024, afectado por las nuevas construcciones en la Mina y los proyectos del Pla 22@ que han incrementado el valor de la zona en Poblenou y el litoral.
Algunas zonas que aún no han recuperado su situación tras el impacto de la pandemia incluyen Vallvidrera, el Tibidabo y les Planes, con un descenso del 17,5%, así como Sant Martí de Provençals, que presenta una reducción del 17,3%. Otros ejemplos son la Trinitat Vella con un -17,1%, les Roquetes que han perdido un 14,4%, el Raval que cuenta con un -13,9%, y Provençals del Poblenou que disminuyó un 12,6%.