El arte y la estética son elementos esenciales para Etnia Barcelona, la empresa de diseño y producción de gafas perteneciente a la familia Pellicer, un hecho que se hace evidente al ingresar a su sede en Esplugues de Llobregat. Recientemente, el interior del edificio ha sido renovado, aunque la fachada aún está en proceso, ocupada por andamios.
Cada aspecto ha sido cuidadosamente diseñado. La oficina de David Pellicer, fundador y miembro de la tercera generación en el sector óptico, tiene un aire museístico; los trabajadores parecen modelos de revista de estilo, y el arte de colaboradores como Jean-Michel Basquiat, Steve McCurry, Yves Klein o Ignasi Monreal decora las paredes.
Entre las imágenes, destaca una de la campaña asociada a la nueva línea de gafas vintage, donde aparecen David y su padre, Josep Pellicer. “Estas gafas representan la destreza y el conocimiento acumulado por la familia, la mayoría de ellas se elabora de manera artesanal”, explica Marc Juncosa, director global de la firma. La compañía ha alcanzado una facturación de 95 millones de euros, un crecimiento del 6%, con el objetivo de sobrepasar los 100 millones. La nueva colección, que lleva el apellido Pellicer, forma parte de la estrategia para aumentar sus ventas y lograr esa meta. “Han sido muy bien recibidas; están orientadas al mercado del lujo”, añade. Además, cuentan con otra línea, Chroma, que destaca por su uso vibrante del color, y que ya ha generado 1,5 millones de euros en su primer mes de ventas este septiembre. Ambas colecciones pertenecen a Etnia Barcelona, que continúa siendo el eje del negocio y representa el 85% de los 95 millones de ingresos que proyectan alcanzar al cierre del ejercicio actual, un 6% más en comparación con 2023.
La segunda línea de la compañía, lool –gafas ultraligeras–, ha alcanzado una sólida posición en el mercado tras tres años y se espera que este 2024 contribuya con 15 millones a los ingresos. Su debut en 2022 llevó a la creación del grupo Etnia Eyewear Culture, que integra ambas marcas. Sin embargo, el crecimiento desmedido no está en los planes de la empresa. “Nos enfocamos en un desarrollo cualitativo, cuidadosamente planificado y protegiendo nuestra imagen de marca”, afirma Juncosa. Aparte de su renovada oferta, Etnia también impulsa su expansión a través de la venta internacional y el arte para aumentar su participación en el mercado. Un ejemplo de esta estrategia es la reciente adquisición de una iglesia en Venecia. Este edificio, conocido como Dell’Abbazia Della Misericordia, se transformará en el laboratorio creativo de Moi Aussi, un proyecto del grupo que entrelaza el arte con la óptica y busca ser una plataforma para que artistas de diversas partes del mundo presenten sus trabajos inspirados en las gafas. En esta misma iglesia, Etnia tiene planes de abrir su segunda tienda emblemática, tras la de Barcelona. La música, a través de una colaboración con el Primavera Sound, también forma parte de su estrategia. En términos de internacionalización, que representa aproximadamente el 85% de los ingresos, la empresa contempla dos enfoques. En mercados consolidados, como Europa y Canadá, se priorizará una distribución de calidad en lugar de cantidad. «Pretendemos asociarnos con tiendas ópticas que respeten y cuiden nuestra marca”, señala Juncosa. En contraste, en Estados Unidos y los nuevos mercados de Asia, el Pacífico y Oriente Medio, la meta será aumentar la distribución.
Con una presencia en 50 naciones y 15,000 puntos de venta, Etnia Barcelona planea expandir su red de tiendas en los próximos cinco años, con nuevas aperturas en ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Miami, Milán y París. Este es un nuevo capítulo que la familia detrás de Etnia desea escribir tras décadas en el negocio de las gafas. La historia comenzó cuando Fulgencio Ramo, abuelo materno de David Pellicer, inauguró su fábrica en Poble Sec en la década de 1950. Aunque David estableció Etnia Barcelona en 2021, sus padres, Josep y Carme, siguen activos en la empresa, con Carme trabajando desde una luminosa oficina en la sede central. Así, se perpetúa un legado que ha beneficiado al sector óptico.
En cuanto al bienestar de sus empleados, el director global de Etnia enfatiza que es una de las metas centrales del grupo. Para ello, han renovado las instalaciones y añadido una cantina que podría confundirse con un restaurante moderno del barrio de Gràcia, donde incluso ofrecen la opción de llevarse la cena a casa. Además, otorgan un día de teletrabajo, flexibilidad en los horarios y una semana de vacaciones gratuitas en las Villas Etnia. Estas villas vacacionales, ubicadas en Menorca, cerca de Binibeca, están disponibles para que los empleados pasen una semana anualmente, y cada una tiene capacidad para seis personas, permitiendo que los empleados también lleven a familiares o amigos. «Cuando un empleado se siente valorado y bien tratado, su implicación en la empresa aumenta, lo que beneficia el éxito colectivo», destaca Juncosa.