Los pasajeros de las aerolíneas del grupo IAG pueden oír al nuevo director general de Level, quien les da la bienvenida con el icónico “les habla el comandante”. Rafael Jiménez Hoyos, originario de Albacete y nacido en 1970, sigue volando a pesar de ocupar el cargo más alto en la aerolínea de vuelos de larga distancia con sede en Barcelona desde el 1 de octubre.
“Mi verdadera pasión es el vuelo; nunca he dejado de hacerlo. Hace un par de semanas, conduje un avión en la ruta de Madrid a Marrakech”, cuenta desde la oficina de Level en Viladecans, donde trabaja junto a Vueling.
Con una extensa experiencia en la industria de la aviación, ha sido seleccionado por el grupo que controla Iberia y British Airways para guiar el nuevo capítulo de Level.
A un paso de recibir su certificado de operador aéreo, está en condiciones de potenciar su operativa desde el Aeropuerto de El Prat y representa una gran esperanza para mejorar la conectividad intercontinental de dicho aeropuerto. “Es un desafío que me entusiasma”, comenta Jiménez Hoyos respecto a su reciente rol. Su carrera ha estado siempre marcada por la búsqueda de desafíos.
Comenzó en el Ejército, se formó en Estados Unidos y fue parte de la Patrulla Águila. No es un directivo convencional; su educación no proviene de las escuelas de negocios, sino de la experiencia al mando de un avión. Hijo de un mecánico aéreo, desde pequeño supo que su deseo era ser piloto. Sin embargo, su familia no podía cubrir los costos de una carrera comercial, la cual en aquel entonces no estaba regulada. Así que decidió seguir el camino militar.
A los 17 años, decidió mudarse a Madrid. Durante las mañanas asistía a COU y, en las tardes, se dedicaba a preparar el examen de ingreso a la Academia General del Aire. Curiosamente, los estudiantes de su cohorte aprendieron a manejar aviones a reacción de inmediato, sin haber pasado previamente por el control de una pequeña aeronave. «La exigencia fue mayor por esa razón, pero logré superarlo», señala. Con uno de los mejores currículos de su promoción, el Ejército le brindó la posibilidad de formarse como piloto de combate en Estados Unidos durante un año, junto a dos compañeros. «Fue una vivencia muy demandante y enriquecedora, la cual también conseguí sobrellevar», rememora. Al regresar a España, fue destinado a un escuadrón en Sevilla. En ese tiempo, participó en labores de vigilancia en la guerra de los Balcanes, a través de una misión de la ONU, y formó parte de la Patrulla Águila. A la edad de 35 años, se le nombró instructor. «Sin embargo, mi deseo era seguir volando». Fue así como dio el salto a la aviación comercial.
Desarrolló funciones de liderazgo en Vueling, Iberia Express e Iberia. Ya como piloto de aviación comercial, ocupó el cargo de comandante en Clickair, Vueling, Iberia Express y Air Nostrum, además de convertirse en instructor del A320. En Clickair fue donde Jiménez Hoyos conoció a Luis Gallego, actual presidente de IAG, y empezó a asumir responsabilidades dentro de la estructura de la empresa, encargándose del área de Calidad de la aerolínea. Tras la fusión con Vueling, se convirtió en director de Operaciones de Vuelo. «De esa experiencia aprendí que siempre hay que avanzar, enfocarse en realizar bien el trabajo; tal como dice Luis Gallego, si haces cosas buenas, cosas buenas te suceden», concluye.
Tras realizar la misma función en Iberia Express, se unió a Iberia en 2013, donde en sus años finales desempeñó el rol de director de Producción. En ese puesto, promovió un programa que financiaba la mitad del costo de la capacitación de pilotos. “Es una de las iniciativas que más me enorgullece, porque ves a postulantes llenos de pasión que no pueden costear el total del curso. Me sentía identificado con ellos”.
Con el tiempo, volvió a buscar un nuevo desafío. “Después de once años, creía que mi tiempo en Iberia había llegado a su fin”. La empresa no quiso perderlo y le ofreció el cargo de consejero delegado de Level.
Está casado y tiene tres hijos, uno de los cuales también es piloto. En su tiempo libre, que es escaso, se dedica a volar su avión acrobático, a correr –ha corrido en cinco maratones– y a leer, especialmente libros de no ficción. “Actualmente estoy leyendo la biografía de Churchill”. Su reto ahora es transformar a Level en una aerolínea de referencia en vuelos de largo recorrido desde El Prat.