Sumar ha propuesto, como parte de su diálogo con el PSOE sobre los Presupuestos del Estado para 2025, que se exija a las entidades bancarias ofrecer hipotecas fijas con un interés que se ajuste al valor del bono español a diez años.
Esta iniciativa fue expuesta por Carlos Martín, portavoz de Economía de Sumar, y contempla financiar hasta el 80% de la hipoteca durante un máximo de 30 años. Además, se exigiría que el solicitante tenga un empleo estable y que su carga financiera no supere el 40% de sus ingresos.
El planteamiento se asemeja al sistema PVPC en el ámbito eléctrico, donde las grandes empresas están obligadas a proporcionar a los consumidores una opción regulada, que contrasta con sus ofertas en el mercado libre. En ese modelo, el coste de la energía se establece según el mercado mayorista, aplicándose solo un pequeño margen al consumidor.
La metodología para determinar el interés, vinculada al bono propuesto, recuerda la aplicada desde 2013 para calcular una rentabilidad justa en los costes regulados del sistema eléctrico, que incluye incentivos para energías renovables y la infraestructura eléctrica.
Martín ha señalado que uno de los propósitos de esta propuesta es fomentar que los bancos prefieran las hipotecas fijas en lugar de las variables, estableciendo un tipo de interés mínimo del 1% TAE. Recientemente, en las subastas de bonos a diez años, la tasa marginal de colocación ha estado un poco por encima del 3%, mientras que el Euribor diario se encuentra cerca del 2,7%. No obstante, los bancos han incrementado el diferencial del Euribor, el cual, según los grupos de consumidores, ha pasado del 1% al 1,2%.
Según Sumar, la reciente hipoteca regulada resultaría “altamente competitiva y beneficiosa para las familias”. Las condiciones de este producto se publicarían en el BOE, y se ha asegurado por parte del representante que no se permitirá la inclusión de “cláusulas abusivas de ninguna clase”.