La situación de la sostenibilidad en el sistema nacional de pensiones ha mostrado una leve mejoría este año en comparación con 2023. Sin embargo, todavía está por debajo de la media, lo que afecta considerablemente la calidad del modelo español en el ámbito internacional.
Según la más reciente versión del Global Pension Index, preparada por Mercer, España ha registrado avances en dos de las tres métricas utilizadas para evaluar la solidez de las pensiones. Se observa un crecimiento en adecuación y sostenibilidad, aunque esta última sigue siendo un punto débil, mientras que la integridad ha sufrido un retroceso, lo que limita la cobertura a un mayor número de ciudadanos.
En total, el modelo español suma 63,3 puntos, un incremento respecto a los 61,6 del año anterior. España ocupa el puesto 26 en una lista que abarca 48 países, cuyo promedio es de 63,6 puntos. El sistema español supera al estadounidense, que tiene 60,4 puntos, pero no es motivo de orgullo, ya que Croacia, Kazajstán, México y Uruguay se encuentran en posiciones más favorables. A nivel global, la sostenibilidad de España es deficiente, alcanzando altos puntajes en adecuación e integridad, cerca de los 80 puntos, pero muy por debajo en sostenibilidad, con solo 30,7 puntos. Aunque ha mejorado desde los 28,5 del año pasado, sigue distante de la media de 54,5 puntos. Esta misma problemática se presenta también en Portugal e Italia, que, junto a España, compiten por ser los países europeos con peor desempeño en esta área. Francia, Alemania, Reino Unido, Islandia, Dinamarca, Países Bajos, Austria, Suecia, Croacia y Noruega superan a España en este ranking.
El sistema de pensiones en España, que se fundamenta en la solidaridad intergeneracional y garantiza una pensión mínima a los ancianos, podría ser optimizado según Mercer. Esto se lograría al ampliar el número de afiliaciones al sistema de cotización mediante un enfoque de “membresía automática”. Además, sugieren que es fundamental mantener a los trabajadores en el mercado laboral por más tiempo, en línea con el incremento de la esperanza de vida, y fomentar que los jubilados encuentren ingresos complementarios a su pensión. La mejora observada el año pasado, según indican, se atribuye a un crecimiento en el número de cotizantes. Mercer también propone otras recomendaciones generales para enfrentar la diversidad de sistemas de pensiones existentes. Señalan la importancia de crear mecanismos sostenibles a largo plazo, incentivar los planes de pensiones, garantizar que estos sean adaptables a los cambios demográficos y ofrecer un seguimiento personalizado a los jubilados.