Un paso adelante. Este jueves, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido reducir en un cuarto de punto los tipos de interés en la eurozona, bajando la tasa de referencia de la facilidad de depósito del 3,50% al 3,25%.
Esta decisión, anticipada por analistas, forma parte de un proceso de relajación de la política monetaria liderada por Christine Lagarde, luego de las reducciones implementadas en junio y septiembre. El BCE justifica esta acción en la disminución de la inflación y en una serie de «sorpresas a la baja» en el crecimiento económico.
Los precios parecen haber dejado atrás los momentos más críticos provocados por la invasión de Ucrania por parte de Rusia y los problemas en las cadenas de suministro. En su comunicado, el BCE menciona que la decisión se fundamenta en su análisis actualizado de las perspectivas inflacionarias, la tendencia de la inflación subyacente y la efectividad de su política monetaria. Según la información más reciente, la inflación en la zona euro fue del 1,7% en septiembre, lo que representa una disminución de cinco décimas respecto al mes anterior y se encuentra por debajo del objetivo del 2% establecido por la institución. Sin embargo, la inflación subyacente, que el BCE considera para definir sus políticas, se sitúa en el 2,7%.
El BCE afirma que «el proceso de desinflación avanza de acuerdo a lo previsto». Se anticipa que primero habrá un incremento de la inflación debido a la eliminación de ayudas en los países de la moneda única, seguido de una reducción hacia el objetivo de 2% en el transcurso del próximo año. Para alcanzar esa meta, el BCE tiene la intención de mantener los tipos en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario. Las decisiones seguirán dependiendo de los datos que se vayan presentando en cada reunión. Además, es importante situar esta reducción en el contexto europeo, donde la economía alemana, la más grande de la región, está lidiando con señales de recesión.
Un entorno caracterizado por restricciones en la financiación y falta de dinamismo no resulta favorable. En la zona euro, el crecimiento intertrimestral registrado entre abril y junio fue escaso, alcanzando solo un 0,2%, una décima por debajo del inicio del año. Al analizar más a fondo, se observa que la economía alemana ha experimentado una caída del 0,1% en el segundo trimestre, situándose junto a Austria. Sin embargo, hay economías como la española que han crecido un 0,8%. La entidad ha señalado “recientes sorpresas a la baja en los indicadores económicos”. En cuanto a los tipos de interés, estos se establecen actualmente en 3,25% para la facilidad de depósito, 3,40% para las operaciones principales de financiación y 3,65% para la facilidad marginal de crédito. En el ámbito nacional, la disminución de los tipos de interés facilita un mejor acceso a la financiación, especialmente en el mercado hipotecario. Por primera vez desde finales de 2022, el Euribor, que se utiliza como referencia para los préstamos hipotecarios, ha bajado del 3% en septiembre. Con una cifra del 2,94% en ese mes, la media actual se sitúa en un 2,75%. Sin embargo, un aspecto desfavorable es que la rentabilidad de productos considerados seguros, como la deuda fija y los depósitos, ha sufrido un recorte.
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