El sector del gran consumo muestra signos de alivio debido a las proyecciones de una inflación alimentaria que será «inferior a la general». Esto sugiere que hacia finales de año podríamos estar ante una inflación cercana a cero. Con una tendencia a la baja en la inflación durante los últimos tres meses y un IPC alimentario del 1,8%, el más bajo en tres años, se anticipa una exitosa campaña navideña, tal como indicó Ignacio González, presidente de AECOC, durante la inauguración del 39º Congreso del Gran Consumo en Madrid.
“Lo peor ya ha quedado atrás”, afirmó.
Las previsiones indican que la inflación se situará en cero o incluso en cifras negativas para finales del año, lo que, sumado a la mejora del poder adquisitivo de los consumidores gracias a los acuerdos laborales suscritos para los próximos tres años, proyecta un panorama positivo para el sector al final del año.
González, quien representa a 33,000 empresas del ámbito de la alimentación y bebidas, así como de supermercados y hostelería, destacó este optimismo.
El sector espera recuperar rentabilidades y márgenes similares a los de 2019. En este contexto, los representantes del gran consumo son optimistas respecto a la campaña navideña, tanto en términos de consumo como de rentabilidad. “En términos generales, este año estaremos bastante próximos a los márgenes de 2019, excluyendo el impacto de la inflación. Si logramos una Navidad favorable, con los datos macroeconómicos actuales y la renta disponible, y si la situación geopolítica lo permite, será un buen año”, conclusó González.
En una reunión con periodistas, el presidente subrayó que, a pesar de las expectativas de una sólida temporada estival, los resultados no fueron tan positivos. «La predicción, que se ha cumplido, indica que ha habido un aumento en el número de visitantes, pero aunque la temporada fue favorable para los alojamientos, no ocurrió lo mismo con la restauración. La gente ha salido más, pero su gasto ha disminuido», sintetizó el presidente.
Si bien la situación ha mejorado en comparación con hace dos años, González considera que aún enfrenta ciertos riesgos. La presión regulatoria es “insostenible” y, en su opinión, presenta un “riesgo real de un aumento en la inflación, lo que afectaría la competitividad de las empresas en este sector. En cuanto a la recuperación del IVA, estamos convencidos de que la reducción de precios será más significativa que el aumento del IVA, pero en lo que respecta a los costos de implementar la legislación tan rápidamente como se exige, intentamos reducir los gastos, aunque no sabemos cómo podría afectarnos”, expresó.
El tema del empleo y su calidad es otro aspecto crucial que enfrenta la industria. González mencionó el problema del absentismo laboral, argumentando que su solución requiere un debate “al menos, tan profundo como el que gira en torno a la reducción de la jornada laboral”. Este absentismo, que afecta al 7% de la población activa en España, “daña gravemente la productividad” del país, la cual, de acuerdo con datos de la asociación, está a niveles de 1995.
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