Numerosos estudios han evidenciado el rol crucial que juegan los sesgos cognitivos en cómo manejamos el dinero. Existen numerosos atajos mentales que utilizamos para obtener respuestas rápidas, como el efecto manada, los sesgos de statu quo y el descuento hiperbólico, así como el fenómeno conocido como FOMO, que impulsa a las personas a seguir modas sociales por temor a quedarse atrás.
Este comportamiento puede llevar a decisiones ilógicas, como sucede al comprar lotería, como señala la psicóloga clínica y experta en comportamiento financiero, Paz Gómez. Es esencial reconocer aquellas situaciones en las que los sesgos y las emociones influyen en nuestras decisiones financieras, ya que esto puede ayudar a prevenir errores que podrían resultar en pérdidas significativas o incluso en la ruina económica.
Un ejemplo de un sesgo particularmente dañino es el sesgo del presente, que hace que los individuos valoren más el placer inmediato que las recompensas a largo plazo, explica Gómez, quien está asociada con la gestora Cobas AM. Leopoldo Jaramillo vivió esta experiencia durante la pandemia, al decidir disfrutar del momento y gastar por encima de sus ingresos. «Acumulé una gran cantidad de deudas, llegando a experimentar una depresión», comparte en un podcast, donde también narra cómo logró recuperar su estabilidad financiera.
Descubre los días festivos nacionales y locales que marcarán el año 2025 en España.
La inteligencia artificial redefine los perfiles laborales y la estructura directiva en las empresas.