×

En las ciudades de Barcelona y Madrid, se recomienda contar con un ingreso mensual de al menos 2.500 euros para poder afrontar los gastos de alquiler sin dificultades

Desde la crisis del sector inmobiliario en 2008, el mercado del alquiler en España ha experimentado un notable crecimiento. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2008 solo el 10% de las familias vivía en alquiler, cifra que se elevó al 15,4% para finales de 2023.

El Banco de España señala que esta tendencia ha variado dependiendo del grupo demográfico, siendo más pronunciada entre los hogares con menores ingresos, inmigrantes, jóvenes y residentes en áreas urbanas.

Actualmente, los precios de alquiler requieren de un desembolso considerable, como lo indica el Mapa de precios del alquiler, elaborado por el Ministerio de Vivienda.

Esta herramienta es la única fuente oficial que refleja con precisión la situación actual del mercado. Los análisis revelan que una persona con un ingreso promedio de 2.500 euros mensuales tendría que destinar más del 40% de su salario para poder alquilar en el centro de Barcelona o Madrid. En las zonas más demandadas, este porcentaje puede superar el 60%, 80% y hasta el 100%. La ONU sugiere que los gastos en vivienda y servicios básicos no deberían sobrepasar el 30% de los ingresos.

En Madrid, alquilar en áreas dentro de la M-30 es un desafío resaltado en rojo, mientras que en Barcelona este problema se extiende a casi toda la ciudad y algunas localidades costeras. Situaciones semejantes se observan en Palma, Eivissa, Marbella y Sevilla (aunque el País Vasco no está incluido en el estudio). A pesar de la creciente demanda, el número de propiedades disponibles no está aumentando, y los precios promedio continúan creciendo en todo el país. Según Idealista, en los últimos cinco años, los alquileres han subido en promedio un 28% en España, un 33% en Barcelona y un 25% en Madrid.

El esfuerzo económico de las familias ha crecido aún más, alcanzando un 36% entre 2018 y 2023 en todo el país. La Cámara de Comercio de Barcelona ha confirmado que el esfuerzo para acceder a un alquiler en Catalunya ha llegado a niveles récord, alcanzando el 22% en la primera mitad del año. Esto indica que el incremento en el precio medio de los alquileres ha superado notablemente el aumento de los ingresos disponibles de los hogares, especialmente desde 2015. Este esfuerzo se intensifica en las áreas costeras de Barcelona y Girona. En Catalunya, se observa que la mitad de los inquilinos son inmigrantes, a pesar de que este grupo solo constituye el 20% de la población general.

El impacto financiero de pagar un alquiler no es uniforme en la sociedad. El Banco de España indica que este esfuerzo es considerablemente mayor para aquellos con ingresos más bajos y ha ido aumentando durante los últimos 20 años. Esta situación coloca a España en la cima del ranking europeo en cuanto a la población que vive de alquiler y enfrenta riesgos de pobreza o exclusión social, siendo un 45% de estas personas afectadas, según Eurostat. Además, el fenómeno de la inmigración afecta directamente al mercado del alquiler. En Catalunya, la mitad de los contratos de arrendamiento son ocupados por inmigrantes, quienes son los más afectados por el aumento de precios. Por si fuera poco, el número de viviendas en alquiler asequibles ha permanecido estancado durante años. Según el INE, en 2007, solo el 3,2% de la población vivía en alquileres por debajo del precio de mercado, cifra que ha subido ligeramente al 3,3% en 2023.

Lea También