La situación global actual y los elementos macroeconómicos presentan un panorama «poco claro» para Seat, tal como comentó Wayne Griffiths, director general de la compañía, tras anunciar que en el tercer trimestre de este año las ventas del grupo disminuyeron un 4,4% en comparación con el mismo trimestre del 2023, alcanzando un total de 130.400 vehículos.
Griffiths se reunió el miércoles con el comité de empresa para discutir las posibles repercusiones de la implementación de aranceles chinos en la carga laboral y el empleo en Martorell. Aun así, la caída en las ventas de Seat ha sido menos pronunciada que la del grupo Volkswagen en su totalidad, que experimentó una bajada del 7,1% en ese mismo periodo.
A pesar de esta merma en el último trimestre, Seat reporta un aumento del 7,7% en los primeros nueve meses del año, con 422.100 autos entregados. Este rendimiento se contrasta con el descenso del 2,8% que registró el conjunto de marcas de Volkswagen. En una publicación en Linkedin, Griffiths enfatizó que «2024 ha sido un año de cambios y crecimiento», aunque también advirtió que «la inestabilidad mundial y los factores macroeconómicos hacen que el futuro sea incierto». En la misma línea, Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat, expresó su inquietud por el impacto que los aranceles sobre el modelo Cupra Tavascan, fabricado en China, podrían tener en el empleo de la planta de Martorell. El representante sindical señaló que una disminución en la producción de este modelo eléctrico podría llevar a reducir la carga de trabajo en Martorell para los vehículos de combustión. Para cumplir con las normativas ambientales de la UE, es crucial que Seat y otras marcas mantengan un balance adecuado entre la fabricación de autos eléctricos (que no contaminan) y los de combustión (que impactan negativamente al entorno).
Como resultado de los aranceles, Seat podría reducir su producción de automóviles eléctricos en China, lo que podría llevar a la empresa a disminuir también la fabricación de coches de combustión tradicional en su planta de Martorell. La semana pasada, tras la aprobación de dichos aranceles por la UE, Seat ya advirtió que estaba considerando dejar de producir 90.000 de los 530.000 automóviles de combustión que tenía planeado fabricar en Martorell, lo que equivaldría a un descenso del 17% en su producción proyectada. Este recorte en la fabricación se debe a la presión de los aranceles chinos. A pesar de que la nueva marca Cupra ha reportado un crecimiento en ventas, todavía no ha logrado superar a la tradicional Seat. Durante los primeros nueve meses del año, se vendieron 242.900 vehículos de Seat, destacando el modelo Ibiza, que en este año celebra su 40 aniversario, con 83.200 unidades vendidas. Esta cifra es un poco menor que las 85.800 unidades del Cupra Formentor. En total, Cupra entregó 179.100 coches.
