La reciente normativa sobre la vivienda en Catalunya, creada con el objetivo de restringir los precios de alquiler en 140 localidades que albergan a la mayoría de los habitantes de la región, no ha producido los resultados deseados en sus primeros meses de implementación.
Se ha registrado una disminución del 17% en los contratos, mientras que los precios han experienced un ligero aumento anual del 0,7%, según las estadísticas oficiales de la Generalitat. ¿Cuál es la situación? ¿Por qué, hasta ahora, esta legislación que buscaba reducir costes y ampliar la disponibilidad de viviendas en alquiler no ha tenido éxito? Los informes de la Generalitat presentan una realidad preocupante y sugieren una tendencia observada por los profesionales del sector inmobiliario.
En este contexto, Barcelona se destaca como la capital española que ha experimentado la mayor reducción de ofertas de alquiler a largo plazo en los últimos cinco años, así como también es el lugar donde los arrendamientos temporales (inferiores a un año) están más presentes. Esto ha sido corroborado por un estudio de Idealista que se publicó el miércoles.