Antonio Brufau, máximo dirigente de Repsol, ha solicitado al reciente Gobierno Europeo que reevalúe los fundamentos de las estrategias para la transición energética, con el fin de centrar esfuerzos en fortalecer la industria, que considera esencial para cerrar el creciente desajuste con potencias como Estados Unidos y China.
Durante un evento este miércoles, donde compartió escenario con Gonzalo Gortazar, CEO de Caixabank, y el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, Brufau afirmó: “Si Europa fuera un ordenador, presionaría el botón de reinicio”.
El presidente de Repsol subrayó que la fortaleza de la región depende de su capacidad industrial, haciendo hincapié en que la participación de la economía europea a nivel global ha disminuido del 22% al 17,5% desde 2010, mientras que Estados Unidos ha aumentado su proporción del 22% al 26%.
Estas estadísticas ilustran que Europa está perdiendo terreno tanto en la revolución tecnológica como en competitividad energética, lo que atribuye a la dependencia de esta región de los combustibles en comparación con la autosuficiencia de sus competidores principales.
Brufau también reiteró su oposición a las políticas europeas que se han centrado en fomentar la sostenibilidad de una manera más sencilla, creando una “sociedad de servicios” y dejando de lado la protección de la industria, incluso las que son electrointensivas. En este contexto, valoró como “prometedora” la creciente preocupación de la Comisión y el Consejo por la situación actual y la necesidad de revertirla.
La banca como motor de transformación
Un claro ejemplo de este papel es el respaldo que recibió de su colega de debate, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu. Este último defendió la postura de España en favor de establecer un nuevo acuerdo europeo que asegure una competencia equitativa con naciones externas. En este contexto, Hereu manifestó que, gracias a su ubicación geográfica, su competitividad y su solidez en energías renovables, España está en una posición favorable para liderar un renovado proceso de reindustrialización. Hizo hincapié en la necesidad de incluir a todos los actores en este proceso, apoyando así el argumento tradicional de Repsol sobre la importancia de llevar a cabo una transición energética que no discrimine ni tecnologías ni participantes.
Hereu instó a Repsol a implementar su plan de inversiones en el país como respuesta a las advertencias de la empresa sobre una posible paralización de sus proyectos si no se eliminaba el impuesto a las compañías energéticas. Desde el ámbito financiero, Gonzalo Gortázar también se expresó sobre el tema. El director ejecutivo de Caixabank planteó la necesidad de una transición hacia la meta de cero emisiones que sea paulatina, y destacó que el sector bancario puede actuar como un regulador capaz de establecer “disciplina” en este proceso. Gortázar afirmó que la estrategia sería cerrar el acceso al crédito de forma progresiva para aquellos proyectos que no cumplan con criterios de sostenibilidad. “Esta es la forma de motivar y regular el mercado”, concluyó el ejecutivo de CaixaBank, quien advirtió que existe el riesgo de marginarse de la financiación bancaria y de los mercados de capital.