Un análisis reciente revela que en Catalunya, un notable 60% de la fuerza laboral en el sector de la hostelería proviene de otros países, de acuerdo a datos de CC.OO. Catalunya. Este porcentaje incrementa en el ámbito de los empleados del hogar, donde más del 71% son inmigrantes.
Estas estadísticas se derivan de la encuesta de población activa (EPA) publicada por el INE para el cuarto trimestre de 2023. La representación de trabajadores extranjeros en estos sectores, que son reconocidos por su elevada precariedad, supera significativamente la media general de empleo en Catalunya, que se sitúa en un 26,3%.
Una de las principales repercusiones de esta situación es que los salarios de estos trabajadores son un 33% inferiores a los de sus contrapartes nativos. Según datos de la Agencia Tributaria de 2022, el ingreso bruto anual de un trabajador extranjero es de 18.439 euros, lo que representa un 31,8% menos que el de un trabajador nacional, que alcanza los 27.053 euros.
El informe de la Fundació Cipriano García, vinculada a CC.OO. Catalunya, señala que “los procesos de regularización para los inmigrantes son ineficaces y lentos, dejando a unas 200.000 personas en la informalidad laboral”. A pesar de que los inmigrantes poseen habilidades equivalentes a las de los nativos, su situación irregular los obliga a integrarse en el mercado laboral informal. Esto da lugar a una “clara segregación en el ámbito laboral”, donde los inmigrantes ocupan empleos esenciales, aunque mal remunerados, que los nativos suelen rechazar, y generalmente reciben salarios que son cerca de 10.000 euros inferiores anualmente. Además, muchos de estos trabajadores enfrentan la incertidumbre de jornadas laborales parciales que reduce aún más sus ingresos.
El informe indica que una gran cantidad de inmigrantes que no provienen de la UE se emplean en sectores como la agricultura, la construcción y la restauración, mientras que aquellos que sí son de origen comunitario tienen un perfil laboral más similar al de los nativos. Además, destaca que las personas nacidas fuera de la Unión Europea constituyen una parte significativa de la fuerza laboral extranjera, lo que ayudaría a entender por qué los trabajadores de nacionalidad extranjera suelen percibir salarios medios considerablemente más bajos en comparación con sus homólogos autóctonos. También señala que estos trabajadores experimentan una mayor tasa de empleo temporal y parcial no deseado.