La banca en España está en un proceso de creciente internacionalización, evidenciado por la significativa proporción de su actividad extranjera respecto al total, que en 2023 se sitúa en un 55%, casi 10 puntos más que en 2015. Este porcentaje es bastante alto en comparación con otros países, colocándose la banca española en el cuarto lugar entre 26 sectores analizados, solo superada por Reino Unido (59%), Singapur (58%) y Finlandia (58%).
Además, este nivel de internacionalización es considerablemente mayor que en naciones como Francia (39%), Italia (29%), Alemania (26%) o Estados Unidos (23%).
El avance hacia la internacionalización comenzó históricamente en América Latina, pero con el tiempo se ha expandido a diversas regiones del mundo.
En 2023, el Reino Unido se convierte en el principal destino de las inversiones de la banca española, concentrando el 20,3% del total de sus activos en el extranjero. A continuación se encuentran Estados Unidos (12,9%), México (11,6%) y Brasil (9,7%). Las naciones de la eurozona representan el 26% de la actividad total, mientras que América Latina contribuye con un 29%.
La diversificación geográfica del sistema bancario español ha dado resultados positivos. Un informe reciente de Funca señala que uno de los aspectos más notables de esta internacionalización es la creciente diversificación de las inversiones en otros países. El índice de Herfindahl, que mide la concentración de estas inversiones, muestra un valor de 958 puntos en 2023, casi la mitad de los 1.746 puntos registrados a finales de 2015, evidenciando así un aumento en la diversificación. Esta tendencia hacia una mayor internacionalización y diversificación geográfica en el sector bancario trae consigo beneficios, como la reducción del riesgo a través de la diversificación.
La evidencia de esta situación se puede observar al examinar la rentabilidad del sector bancario en España, comparándola con la de los grupos consolidados, que abarcan las operaciones de sus filiales en el extranjero. A excepción de 2020, año marcado por la pandemia, desde 2007, la rentabilidad sobre el capital (ROE) de los grupos consolidados ha superado la de las entidades que operan exclusivamente en el país. Por ejemplo, en 2023, la diferencia se establece en 1,4 puntos porcentuales, alcanzando un 12,4% cuando se consideran las actividades de las filiales fuera de España. Además, los datos más recientes de este año indican que las operaciones de los bancos españoles en el extranjero representan una proporción considerable de los beneficios totales. Según la información del Banco de España sobre la distribución geográfica de los resultados, el 70% de los ingresos se generan en terceros países, dejando solo un 30% a las operaciones dentro del territorio español. En el año anterior, 2022, la contribución proveniente del exterior fue aún más significativa, alcanzando el 74%. En conclusión, los datos reflejan que la creciente internacionalización y diversificación de los bancos españoles ha resultado en un sector que se distingue por su alta eficiencia y rentabilidad en un ámbito internacional.
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