Nora García Donet, presidenta de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunidad Valenciana (Asicval), alerta que hoy en día hay más inversores que propiedades disponibles. Su observación se basa en un análisis mensual de la oferta inmobiliaria, donde ha notado una drástica reducción en el número de pisos en Valencia.
En julio de 2019, había 13.408 apartamentos disponibles para alquilar, cifra que se ha desplomado a aproximadamente 4.000 este pasado julio. Según sus anotaciones, esta tendencia continúa disminuyendo mes a mes.
La situación actual, según García Donet, es «muy complicada», y se muestra sorprendida al ver la llegada de jóvenes a sus oficinas en busca de propiedades con la intención de invertir.
Estos jóvenes, inspirados por contenidos en plataformas como YouTube, quieren obtener ganancias a través de la compra de pisos, ya sea reformándolos o alquilándolos por habitaciones. La presidenta de Asicval menciona que buscan inversiones que les generen una alta rentabilidad, lo cual naturalmente conlleva un aumento en los precios.
Los tipos de información que consumen son variados, abarcando desde consejos sobre cómo vivir de rentas hasta testimonios de personas que han vendido sus casas para adquirir otros inmuebles con el propósito de alquilarlos. «Es la mejor decisión de inversión inmobiliaria que he tomado», afirman muchos de ellos en sus vídeos, que son fácilmente accesibles en Instagram o YouTube. García Donet concluye que, aunque la inversión en inmuebles ha existido siempre, ahora ha crecido de una manera desmesurada.
Recuerda cómo, en el pasado, existía una gran disparidad en los precios entre València y otras ciudades españolas como Madrid o Barcelona. Actualmente, la demanda sigue aumentando debido a la gran afluencia de personas que llegan, lo que ha colocado a la ciudad en el centro de atención. La escasez de viviendas en el mercado de alquiler se vuelve cada vez más pronunciada. La Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV ha publicado recientemente su último informe, el cual muestra que en el tercer trimestre de 2024, la oferta de viviendas en València ha disminuido en un 8%, y en cuanto a viviendas nuevas, sólo hay una promoción disponible. Este informe, que ha estado señalando problemas desde hace meses, menciona una “emergencia habitacional” que ha sido objeto de preocupación por parte de CCOO-PV. Este sindicato presentó un informe el pasado viernes sobre la situación del mercado de la vivienda en la Comunidad Valenciana, advirtiendo que el incremento más significativo de desahucios está ocurriendo en los alquileres. Además, han destacado que la mayor parte de las transacciones inmobiliarias en la Comunidad Valenciana son realizadas por inversores no residentes, lo que resulta en un aumento en los precios. Un dato notable del informe revela que de las 104.869 transacciones realizadas en 2023, solo un 38,7% de estas fueron financiadas con hipotecas. La secretaria de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO PV, Ana Belén Montero, junto con la secretaria de Juventud, Rocío Pascual, han expresado su preocupación, subrayando que, sin políticas públicas adecuadas y una intervención efectiva en el mercado de la vivienda, se podrían generar serios conflictos sociales en el futuro.
El Consell ha reafirmado su postura ante la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, durante la reciente Conferencia Sectorial de Vivienda, desestimando las solicitudes de intervención en el mercado por parte de los sindicatos. La vicepresidenta y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, enfatizó que el gobierno valenciano no llevará a cabo la declaración de zonas tensionadas, a pesar de lo que permite la legislación vigente, confiando en que sus iniciativas, como el Plan Vive y el nuevo régimen del Decreto de Vivienda Pública Protegida, lograrán calmar el mercado de la vivienda. La Generalitat Valenciana se propone generar 10.000 nuevas viviendas en un lapso de cuatro años con la expectativa de que esta acción contribuya a la disminución de los precios.
